El Presidente la recibe desnudo. Está en un lujoso hotel de la Quinta Avenida de Nueva York, acaba de cenar y está al teléfono con la Casa Blanca. Hay un problema con Cuba. Es abril de 1962. Discretamente vestida, tal como se lo pidieron, Marilyn Monroe llega desde Los Angeles a la cita. En los minutos que siguen, el Presidente y la actriz apenas cruzarán palabras, tendrán una apurada relación sexual, ella terminará inconsciente por tanto alcohol y se irá sin poder despedirse del mandatario. No es una escena del todo real, pero es así como la escritora Joyce Carol Oates sintetizó la relación que J. F. Kennedy mantuvo con Marilyn Monroe.
Basada en la biografía real del más incombustible símbolo sexual de Hollywood, Oates publicó en 2000 la novela Blonde. Con nombres cambiados o encubiertos (Kennedy es sólo el Presidente) y algunas teorías arriesgadas, se trata de uno de los retratos más conmovedores y completos de la actriz: la transformación de Norma Jean Baker en Marilyn Monroe es retratada como la gran tragedia de la idiosincrasia estadounidense del siglo XX.
Finalista de los premios Pulitzer y National Book Award, Blonde ahora es reeditada por Alfaguara en el año que se conmemoran los 50 años de la muerte de Marilyn. Hay otra noticia más: congelado hace más de un año, el proyecto de adaptar la novela al cine volvió a la vida la semana pasada cuando Brad Pitt, hablando en nombre de su productora Plan B, dijo las palabras mágicas: "Vamos a hacer esta película".
El actor de Bastardos sin gloria se sumó a un proyecto liderado por el director Andrew Dominik, con quien acaba de estrenar en el Festival de Cannes la cinta Killing them softly. El plan inicial de Dominik era empezar el rodaje en enero de 2011. En el nuevo plan, Blonde comenzaría a filmarse en enero 2013. Aún no se ha anunciado el elenco, pero inicialmente se informó que Naomi Watts interpretaría a Marilyn.
No es la primera vez que Blonde llega a la pantalla. En 2001 CBS produjo una miniserie basada en la novela que modificaba uno de los elementos más controvertidos propuestos por Oates: la muerte de Marilyn es presentada como una sobredosis, mientras que en la novela la actriz muere asesinada. La mata una organización llamada la Agencia, un perfecto símil de la CIA, que en Blonde actúa cuidando los intereses de la familia Kennedy.