En el Despacho Este de la Casa Blanca, ante la presencia de parte de los parlamentarios demócratas del Congreso y varios miembros del clan Kennedy, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, firmó ayer la ley de reforma sanitaria, un hito en la historia del país y el proyecto principal de su gobierno, prometiendo el inicio de lo que llamó "una nueva era" en Estados Unidos.
"Hoy (ayer), tras casi un siglo de intentos y tras un año de debate, la reforma sanitaria finalmente se convierte en ley del país", agregó. El mandatario dedicó la firma de la ley a su madre, fallecida de cáncer en 1995 a los 52 años y que, según afirmó, "hasta los últimos días de su vida tuvo que pasarlos peleando con las aseguradoras". Durante la firma de la ley, el vicepresidente Joe Biden no pudo aguantar un alborozado exabrupto cuando cedió la palabra a Obama.
"This is a big fucking deal", le comentó mientras le estrechaba la mano y le cedía el podio. Los micrófonos captaron la frase con claridad.