La palabra "decepción" no suele ir relacionada con el nombre de Oprah Winfrey, una de las mujeres más exitosas de la industria del espectáculo y que suele liderar cuanto ranking aparece de popularidad, influencia o millones en Estados Unidos. Pero este año, la conductora, de 57 años, decidió embarcarse en una nueva y arriesgada empresa, que todavía no ha podido llevar a buen puerto.

El 1 de enero debutó en Estados Unidos el canal Oprah Winfrey Network, OWN, que reemplazó en la pantalla a uno de la familia Discovery, que comparte la propiedad de la señal con Winfrey. Y como hasta el momento Oprah era una suerte de rey Midas, convirtiendo inmediatamente en oro todo lo que tocaba, estaban confiados de tener entre manos un éxito seguro, pero los mismos ejecutivos de Discovery fueron los primeros que admitieron que, hasta ahora, los resultados en rating han estado "bajo sus expectativas" en los primeros cuatro meses al aire. De hecho, si se compara con las cifras del mismo período en 2010 (cuando todavía era Discovery Health), la señal ha bajado en un 3,8% la audiencia.

La diferencia es mayor cuando se compara a la figura con sí misma: en OWN, las audiencias nunca han superado las 216 mil personas en horario estelar, mientras que The Oprah Winfrey show -que por contrato se emite hasta fines de mayo, en las mañanas por televisión abierta- es visto por más de seis millones de estadounidenses cada día.

Aunque no sea de su canal, Oprah está preparando un gran final para el programa de conversación que realiza desde hace 25 años, por lo que se esperan impactantes sorpresas para el final.

De todas formas, la animadora ha aprovechado este espacio para tratar de ayudar a su canal: durante todo este ciclo, un equipo de OWN ha registrado el detrás de escenas del show, y ha tenido invitados como Chaz Bono, el hijo de Cher que en mayo de 2010 se cambió oficialmente de sexo, y cuyo proceso de transformación fue registrado en un documental, que se estrenó en el último Festival de Sundance y que emitirá el canal de Winfrey.

"Siento que no le he dado lo suficiente al canal", admitió la conductora, en una entrevista publicada ayer por el sitio web de Entertainment Weekly, donde explicó que una buena parte de su tiempo se va en el programa. "Terminar este programa de la manera correcta es un trabajo a tiempo completo (...). No podría decir que ni el 10% de mi tiempo lo esté ocupando en OWN en este momento, pero después de que termine el programa le puedo empezar a entregar el tiempo que se merece", dijo, expresando algo de arrepentimiento por haber lanzado el canal antes del fin del show.

Esa parece ser la consigna de todos quienes trabajan en OWN: terminar pronto con este mal momento, por lo que Discovery también anunció que seguirán invirtiendo en nuevos contenidos, a pesar de que ya han gastado US$ 215 millones.

Con estos bajos resultados, OWN se convierte en el primer proyecto fallido de Oprah desde que empezó su carrera, a mediados de los ochenta, haciéndose cargo de un matinal de Chicago, al que llevó desde el último al primer lugar de audiencia, sobre todo gracias a su espontaneidad, entusiasmo y empatía con el público y sus entrevistados. Luego de dos años, el programa se pasó a llamar The Oprah Winfrey show y logró ser emitido para todo Estados Unidos.

Con este primer logro, Oprah pasó a obtener récords, como el de la entrevista más vista en la historia de la TV estadounidense (la que le hizo a Michael Jackson, en 1993, que fue sintonizada por más de 36 millones de personas). Además, tiene los títulos -entregados por la prensa norteamericana- de la mujer y la persona negra más poderosa del mundo, y el de ser una las personalidades más ricas del orbe, con una fortuna cercana a los US$ 3 mil millones, que le han servido para comprar siete enormes propiedades en distintos lugares y también para generar distintas obras benéficas, incluyendo un colegio para niñas en Africa.

Además de su programa de televisión, otros de los muy exitosos proyectos de Oprah incluyen una estación de radio, dos revistas, un sitio que es visitado por seis millones de personas al mes y la coautoría de cinco libros, junto con una nominación al Oscar por la cinta El color púrpura, de 1985.