Señor director:
Más que polemizar y entrar en discusiones dogmáticas, el mejor testimonio del sacerdocio es hacer que las personas, independiente de su credo, de su condición civil o sociocultural, se sientan acogidas. Creo que ese es el mensaje de Jesús. Y eso es lo que transmitió el padre Felipe Berríos. Nos mostró la parte humana de Cristo, que se acercó a nosotros con un mensaje de amor, ayudándonos a desterrar la imagen del Dios castigador con que nos educaron.
Nos hizo sentir hijos de Dios en la humanidad de Jesús. Siempre se hizo el tiempo para acoger a todos los que lo buscamos con la cualidad, tan escasa hoy en día, de hacernos sentir que lo único que tenía que hacer era escucharnos.
El padre Berríos es un hombre valiente en lo que hace y en lo que dice. Desmitificó el sacerdocio como palabra divina, mostrando la cualidad de hombre que hay detrás de la investidura. Si se hubiera entendido así desde siempre, la Iglesia, probablemente, no estaría pasando por la crisis a la que la han llevado los abusos cometidos por integrantes del clero. Se necesitan muchos sacerdotes como él y somos cientos de miles los que echaremos de menos sus palabras llenas de contenido, expresadas con sencillez y sentido del humor.
Patricia Medina
Padre Felipe Berríos
<br>