PAULINO Huentecura es el presidente del club de palín Pifilkatufe, de Cerro Navia. Su equipo es una mezcla de modernidad y tradiciones centenarias. Juegan con camisetas similares a las de los equipos de fútbol, pero procuran mantener el espíritu de compañerismo que los mapuches asocian con esta práctica deportiva.
"Nosotros jugamos palín para compartir con los hermanos y conservar nuestras tradiciones, más que para ganar el partido. Las familias nos acompañan y a los niños les gusta mucho", señala Huentecura.
Cuando su discurso parece estar totalmente volcado hacia las tradiciones, revela un dato del siglo XXI: su agrupación tiene una página en Facebook, para sumar a más adeptos y así mantener la tradición mapuche que dejaron sus ancestros. Incluso han recibido invitaciones para jugar fuera de Santiago, asegura.
Cada domingo, de marzo a diciembre, su club participa con los otros siete equipos establecidos de palín, de las comunas de Cerro Navia, La Pintana, Quilicura y Puente Alto. Explica que compiten todos contra todos para definir al ganador de la jornada, por lo tanto no hay un campeón anual, como en el fútbol.
Dice que el interés por mantener este deporte, a través de este campeonato, nació de manera espontánea. Para los mapuches, practicar el palín es una forma natural de unir a sus familias con los ritos y tradiciones, ya que previo a los partidos se realizan rogativas, asegura.
Pablo Painemilla, jugador del club de palín Pifilkatufe, afirma que esta práctica es muy especial para la cultura mapuche, "porque no es un juego de competencia en sí, sino para transmitir la amistad entre una comunidad y otra".
Según Juan Cañulef, investigador e historiador de la cultura mapuche, este tipo de los partidos de palín -que se juegan en la ciudad-, corresponden a una reinvención del deporte, ya que se han modificado algunas reglas: "Ahora se juega por tiempo y se entregan premios. Pero originalmente se jugaba descalzo y con el atuendo típico. Ganaba el primer equipo que llegaba a marcar cuatro puntos, que es el número sagrado de los mapuches. Podían estar jugando días enteros para quedar cuatro a cero".
El director de la Conadi Metropolitana, Juan Pardo, afirma que están trabajando para fomentar este deporte en Santiago: "Lo que estamos haciendo es articulando una red de oficinas en los municipios y les entregamos recursos para que potencien este tipo de actividades", comprando equipos y adaptando canchas para esta práctica.