A bordo del avión que lo trasladó desde Roma a Malta, donde llegó ayer en una visita de 26 horas, el Papa Benedicto XVI aseguró que "la Iglesia Católica ha sido herida por nuestros pecados", en alusión a las diversas denuncias sobre abusos sexuales que afectan a miembros de la institución eclesiástica. "Malta ama al Cristo que ama a su Iglesia, que es su cuerpo, mismo si este cuerpo está herido por nuestros pecados", subrayó el Pontífice a un grupo de periodistas que lo acompañaba en el trayecto.
Aunque Benedicto XVI no se refirió directamente a los escándalos y no pronunció la palabra "abuso" ni "pederastia", el portavoz del Vaticano, Francisco Lombardi, reconoció después que las afirmaciones del Papa se referían a ese asunto.
El viaje del Pontífice a Malta -que conmemora el naufragio de San Pablo en esa isla mediterránea hace casi 2.000 años- es el primero que realiza fuera de Italia desde que hace más de un mes varios medios dieran a conocer las denuncias sobre abusos y el supuesto encubrimiento por parte de la jerarquía católica, especialmente en Alemania, Irlanda y Estados Unidos. Lo anterior derivó en la que muchos consideran la peor crisis desde que comenzó el Papado de Joseph Ratzinger, que mañana cumplirá cinco años. Algunos medios internacionales han considerado las palabras del Papa como un mea culpa por lo sucedido.
Minutos después del despegue de la delegación papal, el aeropuerto Ciampino de Roma fue cerrado por la nube de cenizas que cubre gran parte de los cielos europeos. En La Velletta, capital del país, fue recibido por el arzobispo de Malta, Paolo Cremona, y el Presidente de la nación, George Abela, quien también se refirió a los casos de abusos. "Sería erróneo, en mi opinión, intentar utilizar las incalificables indiscreciones de unos pocos para empañar a la totalidad de la Iglesia", explicó.
Posible reunión
Días antes de la visita, se especuló con un posible encuentro entre Benedicto XVI y algunas víctimas de abusos en Malta -el país con mayor porcentaje de católicos en la Unión Europea-, luego de que Cremona recibiera una carta de un grupo de víctimas solicitando la cita. Sin embargo, Lombardi aclaró que no podía confirmar el encuentro. "La estancia en la isla es muy breve y el programa muy intenso", explicó. El portavoz agregó que de producirse la reunión, sería hoy y a puertas cerradas, tal como ocurrió cuando el Papa se juntó con otras víctimas de abusos en Australia y EE.UU.
Según la Iglesia maltesa, la institución recibió 84 denuncias de abusos a menores en la última década, en los que habrían participado 44 sacerdotes. De éstos, 19 casos fueron declarados "sin fundamentos" y al menos cuatro sacerdotes fueron sometidos a un proceso canónico y apartados de sus funciones pastorales. Lo anterior provocó que la Iglesia del país pidiera perdón por lo sucedido. "Las víctimas han hecho bien en contar sus sufrimientos. Para la Iglesia, estos hechos son humillantes", señaló Cremona.