Señor director:

La alcaldía capitalina ha escogido el Parque San Borja como asentamiento para lo que ha denominado Museo Humano, consistente en una placa cultural que contiene un pabellón subterráneo y un rediseño del parque que acogerá las esculturas del artista Mario Irarrázabal.

Nadie puede desconocer que constituye un regalo para cualquier ciudad que un artista de la talla de Irarrázabal le entregue en comodato parte de su colección. No cabe duda tampoco de que el correcto emplazamiento es fundamental para su justa apreciación y para que el espacio urbano que las albergue se potencie y constituya por añadidura una puesta en valor.

Hasta aquí todo bien. No obstante, luego de haber votado con unanimidad en el Concejo por el proyecto ganador, nos hemos dado cuenta de que la macro intervención del parque no fue socializada en la debida forma con la comunidad, que hoy mayoritariamente resiente lo que parece una imposición edilicia y rechazan la intervención.

Es por ello que formulo votos para que la administración de Carolina Tohá inste al consenso entre la propuesta y la comunidad. De lo contrario, el  proyecto podría generar impactos negativos en su entorno, al no sentirlo los vecinos como  propio, siendo condenado más temprano que tarde al abandono.

Felipe Alessandri V.

Concejal de Santiago