Luego de más de cuatro años de trabajo, el pasado martes 6 partieron las grabaciones de El niño rojo, el telefilme sobre la vida de Bernardo O'Higgins, centrado en su recorrido hasta los 21 años de edad, donde Ricardo Larraín oficia de guionista y director. Un proyecto que el realizador de La frontera ideó a partir de un pre-guión de 400 páginas, sobre toda la vida de O'Higgins, el que desarrolló cuando trabajaba en la miniserie Héroes, espacio de Canal 13 sobre próceres, transmitido en 2007 y 2008, en que Larraín mostró una versión más adulta del político y militar chileno. Pero su fascinación por el personaje no terminó ahí.

Inicialmente, el telefilme se filmaría desde junio, con Alfredo Castro como antagonista y Daniela Lhorente en un rol que se debía definir. El productor ejecutivo Alex Bowen explica las razones del cambio: "No estábamos listos para el rodaje, y cuando uno hace proyectos audiovisuales, más vale mejorar parte del plan que rehacerlo cuando ya se ha grabado".

Este retraso significó que Castro fuera reemplazado por Alvaro Espinoza y se sumaran rostros femeninos debutantes en obras de esta envergadura: Paula Edwards (La novicia rebelde) como Charlotte, la novia inglesa de O'Higgins, y Ana Burgos como la madre del libertador. Daniel Kiblisky (Peleles) y Pablo Krögh mantuvieron sus roles como el padre de la patria entre los 17 y 21 años, y Ambrosio O'Higgins, respectivamente. También, hay dos actores de cinco y 11 años para retratar sus días de infancia.

Las primeras imágenes

Los primeros días de rodaje -que se extenderá durante siete semanas- se han enfocado en el período de adolescencia de O'Higgins. Por ejemplo, ya han grabado en una casa de Pirque, donde recrearon el colegio en que estudió en Londres, mientras que también han usado exteriores en una casona con amplios jardines de Las Condes. Además, se verá su vida en el sur de Chile, Santiago y Lima, la que se recreará en escenarios como Quillota, Calera de Tango y Batuco.

El telefilme tiene tres episodios y es una coproducción entre El asombro, Bowen Producciones y la firma española Wanda Films. Un dato relevante, ya que el trabajo se mostrará en Chile a través de la red Arcatel, además de la señal pública española TVE, que la emitirá como parte de su ciclo Libertadores, que incluye a José Martí y José de San Martín. TVE tiene los derechos de distribución internacional, según explica Bowen, quien comenta que también hay planes de editar un DVD. En cuanto a su anunciada proyección en la pantalla grande, el director cuenta que se optó por usar en la producción el presupuesto que se había destinado a las copias para cine.

Lado humano y sagas

Kiblisky -quien tuvo clases de esgrima, mapudungún, equitación y coreografía para el rol- cree que la fortaleza del proyecto es su mirada. "Se está abordando por un lado súper humano". Y Larraín dio un tratamiento ficcionado a hechos reales: "Es importante que tenga un valor más allá de lo estrictamente chileno".

De hecho, cree que esta es una relación arquetípica de padre e hijo. "Bernardo crece con una especie de resentimiento hacia su padre, mezclado con agradecimiento, por cuidarlo, pero no reconocerlo como hijo. Y luego, él es el líder de los que cambian y destruyen el orden que representaba su padre". Larraín piensa que es una historia comparable con la del dios Cronos o La guerra de las galaxias, con padres poderosos derrocados por sus hijos.

Y es por esta universalidad que para el realizador "sería un sueño" llevar todo el pre-guión a la pantalla, sumando el romance en la adultez con Rosario Puga y su exilio y vejez. "A Chile le hacen falta las sagas, con ellas signas grandes temas humanos en una historia continuada. Temas que se podrían contar en la historia de O'Higgins, que es tan parecida a la de todos los hombres".