Con un caldillo de congrio brindado a los invitados, el Partido Comunista celebró ayer la recuperación de su histórica sede ubicada en la calle San Pablo, y de la cual los miembros de la colectividad fueron desalojados hace nueve años.

Al acto asistieron, además de los dirigentes comunistas encabezados por su presidente Guillermo Teillier, los senadores y vicepresidentes del PPD Ricardo Lagos Weber y Guido Girardi, en un gesto de acercamiento de los parlamentarios concertacionistas hacia esa colectividad.

En la ceremonia se proyectaron, a través de una pantalla, imágenes televisivas del 28 de noviembre de 2001.

Ese día, los miembros del partido, encabezados por la fallecida timonel Gladys Marín, fueron violentamente desalojados del inmueble por efectivos de Carabineros.

Dicha acción policial -que valió las disculpas personales del general director de Carabineros de la época, Alberto Cienfuegos- se produjo debido a la batalla legal que existía por el inmueble.

La casona había sido comprada a principios del régimen militar, pero como en ese entonces el partido estaba en la clandestinidad, fue entregada a diversas personas que a través de los años actuaron como 'dueños', simulando que se pagaba un arriendo. Sin embargo, uno de los 'dueños' vendió la propiedad sin la autorización del partido.

Finalmente, y tras una dura batalla legal, este año la justicia dictaminó que esa venta había sido "fraudulenta", y que el inmueble pertenecía al Partido Comunista.

"Lo pasamos muy mal cuando nos echaron de aquí, nos agredieron, atentaron contra nuestra dignidad, contra nuestros derechos, nos llevaron presos con Gladys a la cabeza, pero finalmente la justicia ha dicho que efectivamente este local es nuestro", dijo Teillier en la ceremonia de ayer.

En el acto, se descubrió una placa con algunas de las palabras de Marín el día del desalojo, y con los nombres de los dirigentes comunistas que en la clandestinidad hicieron las gestiones para la compra del inmueble.