Mauricio Cárdenas Negrier, el arquitecto ecuatoriano que en 1988 envió seis pasteles con arsénico a su polola embarazada, fue dejado en libertad diaria ayer por Gendarmería de Concepción.

Cárdenas fue condenado en 1993 a 13 años de cárcel, debido a que la intención del ex estudiante de la Universidad del Biobío era interrumpir el embarazo de su pareja, identificada como Herta Flores Bórquez. Sin embargo, la joven solamente probó uno de los dulces, mientras que su madre y una hermana comieron los demás. Por ello, debieron pasar cuatro meses hospitalizadas y al borde de la muerte.

Antes de ser notificado de la condena, Cárdenas escapó del país, se refugió en su país de origen y comenzó a hacer clases en una universidad de Quito. Luego de mantenerse prófugo por 13 años, los familiares de las víctimas lo ubicaron. En 2006 se ordenó su extradición y quedó recluido en la cárcel El Manzano.

Debido a su buena conducta se le otorgó la libertad dominical y en las últimas semanas se decretó la reclusión nocturna. El abogado de Cárdenas Negrier ha solicitado la libertad condicional, la cual fue rechazada. Ha trascendido que el hombre desempeña un trabajo en forma independiente, tiene una cuenta de Facebook y espera volver a Ecuador.