Por estos días, el documentalista Patricio Guzmán juega a los misterios. Todas las certezas del Festival Internacional de Documentales de Santiago, Fidocs, que arranca mañana lunes y que ha presidido en sus 17 ediciones, dice que no las tiene para su nuevo proyecto, El botón de nácar, que sucederá al exitoso Nostalgia de la luz.

Si, como había dicho en un comienzo, estaba investigando en la relación entre la destrucción de las etnias magallánicas de Chile y los detenidos desaparecidos, ahora Guzmán se muestra mucho más elusivo y dice que está en búsqueda del camino: "Ha cambiado mucho el proyecto, cambia mes a mes, y no sé para dónde va, porque el tema es muy amplio. La Patagonia es una maravilla, pero el eje no serán las etnias y los DDDD, ya que estoy más cerca de una reflexión planetaria, universal", cuenta, y adelanta que rodará este año, presumiblemente en octubre.

Dice Guzmán que con El botón de Nácar no indagará si los kaweskar o los selknam "eran una u otra cosa", sino que, a partir de allí, volverá a una de sus pasiones recientes: la astronomía, tal como en Nostalgia.

"Estoy muy tocado por la astronomía, el universo, creo que nuestro verdadero barrio es la Vía Láctea y no América Latina. Voy a filmar en el sur, en Punta Arenas, pero también volveré al norte, al complejo astronómico Alma, que ya está completo", adelanta.

El autor de La batalla de Chile cuenta con el apoyo de tres personas en el proyecto: un joven cineasta y un ingeniero (ambos chilenos y radicados en París) y su mujer, que es productora y alemana. "Más que investigar, lo que hemos hecho son diálogos creativos: nos preguntamos qué va a pasar en América Latina, en el mundo; qué sucederá con esta crisis económica, que nadie sabe cómo resolver", dice.

El botón de Nácar recibió $90 millones de los Fondos de Cultura y otro aporte del CNC francés (Centro Nacional de la Cinematografía), pero aún no completa su presupuesto. "Y como todavía no tengo todo el dinero, tengo que seguir pensando", cuenta.

El cineasta celebra el buen momento del documental chileno y lamenta los pocos espacios que el género tiene en la televisión pública: "La TV pública va a cambiar su política en 100 años. Ya han pasado 40 (desde el golpe de Estado) y le quedan 60. Recién ahí La batalla de Chile se va a pasar en todos los canales y su texto andará circulando, por eso a mí no me preocupa que ahora no se pase", remata.