"Le quiero dedicar este premio a todos los que participaron en la película, en especial a los actores". Las palabras del director argentino Alejandro Fadel tenían un sentido claro al recibir ayer el premio a Mejor Película en el Octavo Sanfic por su cinta Los salvajes. Los actores eran no profesionales, muchachos que trabajaron a pulso con él en las Sierras de Córdoba, donde se rodó gran parte de esta historia de fugas.
La premiación fue en el Teatro Nescafé de las Artes, en una ceremonia animada por los actores Ignacia Allamand y Diego Ruiz. Luego cantó Francisca Valenzuela.
La cinta triunfadora, Los salvajes, empieza violenta, sin prefacios. Son cinco chicos que escapan de un reformatorio de Mendoza, donde ya no aguantan un día más. Los lidera el Gaucho, el macho alfa de la manada. La cinta ya había cautivado a la crítica en el Festival de Cannes 2012. Ahí se llevó el premio de la Asociación de Cine Independiente (ACI). Antes, la película del debutante Alejandro Fadel había tenido un buen paso por el Bafici de Buenos Aires. En el Sanfic desplazó a otras favoritas, como la estadounidense Una noche, de Lucy Mulloy, o la china Egg and stone, de Huang Ji.
En la historia, Fadel muestra las pellejerías y las aventuras de los muchachos en su huida por las sierras de Córdoba. El director, de 31 años, es mendocino y trabajó en los guiones de Pablo Trapero para Leonera, Carancho y Elefante blanco. Cuando la cinta se exhibió en Argentina, algunos la señalaron como una de las mejores del año.
En la Competencia Chilena, la ganadora a Mejor Película fue Cuentos sobre el futuro, de Pachi Bustos. Correalizadora junto a Jorge Leiva de los conocidos documentales Actores secundarios, Cuentos sobre el futuro tiene algo de la premisa de Actores secundarios. Al igual que este exitoso largometraje, aquí se relata la vida actual de personas que podrían haber tenido un futuro mejor.
Son cuatro muchachos que de pequeños protagonizaron un noticiero poblacional llamado Chinoticias. Eran parte de un taller que en los 90 realizó un grupo de estudiantes de periodismo, entre ellos Pachi Bustos y Jorge Leiva. Cada semana, los niños hacían de improvisados periodistas que consultaban a los vecinos por los problemas del barrio. Ahora experimentan aquello por lo que preguntaban: la cesantía, la carencia de salud, la falta de hogar. "Dedico esta película y el premio a todos los niños de poblaciones a lo largo de Chile y a sus sueños", dijo Bustos al recibir el galardón. El premio, como los otros entregados, equivale a 5 mil dólares.
Otros ganadores
En la Competencia Internacional, el premio a Mejor Director fue para el colombiano Juan Andrés Arango, por su cinta La playa D.C. La película también había estado en Cannes 2012. Al igual que el argentino Fadel, Arango es debutante. Como él, hace guiones y el de La Playa D.C. es el de Tomás, un joven de la costa colombiana que trata de llevar una mejor vida al trasladarse a Bogotá. Huye de las guerras paramilitares en la playa y se estrella contra las batallas de las pandillas en la ciudad. Aunque la realidad es mustia, Tomás busca una salida al emplearse como peluquero. "Ojalá que en un futuro cercano podamos ver todas las películas latinoamericanas por nuestras propias pantallas latinoamericanas", afirmó Arango.
Dentro de la muestra local, el premio a Mejor Director fue para Alvaro Viguera, que debutó en la dirección fílmica con Pérez, cinta basada en la obra teatral homónima de Elisa Zulueta. Actúa Luis Gnecco, como un padre que se reencuentra con su hija (Antonia Santa María), tras 20 años de separación.
El Premio del Público recayó en Ulises Morales, cinta de Víctor Cubillos, sobre una especie de mesías cívico, un reformador social que se adelanta a los movimientos estudiantiles del 2011.