Iniciado en 1985, el premio anual Grawemeyer de música se ha convertido en uno de los más importantes a nivel mundial. Otorgado por la Universidad de Louisville (EE.UU.), ha reconocido la obra de importantes compositores como Witold Lutoslawski, György Ligeti y Wolfgang Rihm.

El periodista musical Alvaro Gallegos, quien desde la trinchera de radio Beethoven ha venido trabajando en la difusión de la música docta chilena, fue convocado este año para formar parte del jurado. Así, se convierte en el primer sudamericano en recibir una invitación.

"A ellos les interesa que el premio se conozca más en esta parte del mundo", dice el musicógrafo, cuya labor como promotor cultural fue también reconocida hace algunas semanas con el premio N'aitun, entregado por la Corporación Cultural de Artistas Pro Ecología.

Su participación en el Grawemeyer fue posible gracias a un artículo que escribió para el American Music Center, donde profundiza en los antiguos nexos entre los compositores norteamericanos y Latinoamérica. Su trabajo fue bien comentado y tuvo bastante eco en medios especializados. "En ese momento me contacta la Universidad de Louisville", cuenta Gallegos.

En noviembre próximo viajará hasta el estado de Kentucky para dirimir el premio junto a un grupo de especialistas. "El proceso es bien hermético y hasta el momento no sé demasiado", confidencia. Durante su estada también impartirá dos clases magistrales. La primera de ellas, programada para el 15 de ese mes, se realizará en el prestigioso Curtis Institute de Filadelfia, uno de los mejores conservatorios de Estados Unidos, donde se referirá a la composición en Chile. Hará lo mismo, el día 20, para los estudiantes de música de la U. de Louisville.

El nombre del chileno también estará inscrito en dos próximos lanzamientos del sello Naxos. "A partir de esta red de contactos que me he ido armando de a poquito, pude contactarme con gente importante del sello hace unos cuatro años. En un primer acercamiento les dije que Latinoamérica estaba un poco dejada de lado en su repertorio", cuenta. "Entonces, me pidieron que hiciera de mediador para concretar algo con un compositor chileno."

El elegido fue el compositor penquista Enrique Soro (1884-1954). La grabación de una obra suya, realizada en septiembre pasado, contó con la participación de la Orquesta Sinfónica de Chile, bajo la dirección de José Luis Domínguez. El disco, cuyo lanzamiento está programado para junio próximo y que pasará a engrosar la colección Latin American Classics, incluirá las composiciones Danza fantástica, Tres aires chilenos, Sinfonía romántica y Andante appassionato.

Asimismo, se espera fecha de lanzamiento para el disco La leyenda de Joaquín Murieta, composición a cargo de José Luis Domínguez, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Santiago. "Naxos es un sello muy importante, pero además tiene muy buena distribución. Tiene una penetración en los mercados de todo el mundo, por lo que estos trabajos van a adquirir mucha visibilidad. Que las dos orquestas más importantes de Chile tengan presencia en este sello va a significar un antes y un después para ellas. Lo mismo para José Luis Domínguez", opina.