La Real Academia Española define ambición como el "deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama". Una característica de la personalidad que ha tenido por años connotaciones negativas, razón por la cual un grupo de investigadores estadounidenses decidió estudiar su real impacto en la vida de las personas. Los resultados fueron sorprendentes: las personas ambiciosas no sólo tuvieron mayor éxito académico y profesional, sino que fueron más ricos y lograron una mejor calidad de vida que aquellos que no lo eran.
No fue lo único. La investigación, que siguió por siete décadas a un grupo de 717 personas, mostró que la ambición tiene un costo: acorta la vida. Esto, especialmente, en aquellos que calificaban en el 10% con mayor índice de ambición, donde un 45% había muerto cerca de los 60 años.
"La ambición tiene efectos positivos, especialmente, en lo que respecta al éxito profesional. Aunque nuestro estudio también sugiere que conlleva un costo, ya que a pesar de los muchos logros que reportan estas personas, son sólo ligeramente más felices que sus contrapartes menos ambiciosas, y tienen una vida un poco más corta", dijo Timothy Judge, investigador de la U. de Notre Dame y autor principal del estudio, publicado en el Journal of Applied Psychology.
Para realizar su investigación, los expertos ocuparon un estudio que siguió a 1.500 niños desde 1922 hasta la década de los 90, midiendo década tras década su desarrollo académico (escuela primaria, secundaria, universidad, carrera y posgrados). Cuando eran más pequeños, se preguntó a sus padres por la ambición que mostraban en sus actividades o metas. Luego, las encuestas las respondieron ellos mismos y les agregaron nuevas preguntas, como su nivel de felicidad, satisfacción con su desarrollo físico y emocional, sus actividades recreativas y antecedentes familiares. Datos que fueron finalmente cruzados con su trayectoria educacional, formación profesional y bienestar matrimonial.
Felices, pero no tanto
Entre los datos recopilados, llamó la atención de los investigadores una serie de otras características que suelen acompañar a las personas ambiciosas: son más extrovertidas, y poseen más autoconfianza y capacidad mental. Esto les ayuda a lograr un mayor prestigio y ocupación laboral, mayores ingresos y, finalmente, satisfacción con la vida. "Si la gente tiene trabajos más prestigiosos es más feliz, y quienes tienen más ambición obtienen mejores trabajos", explica a La Tercera John D. Kammeyer-Mueller, investigador de la U. de Florida, quien participó del estudio. Sin embargo, esta felicidad no es mucho mayor que la que reportaron aquellos que no se declaraban ambiciosos. Los expertos creen que esto puede deberse a que estas personas siempre tienen mayores expectativas sobre sí mismas y a que suelen compararse con otros pares exitosos, lo que podría anular, en parte, los efectos de la satisfacción de los logros que producen.
Menos longevos
Aunque los investigadores dicen que este estudio coloca la ambición como un buen predictor del éxito académico y laboral de una persona, si es excesiva, podría restarle años de vida, lo que para los expertos podría estar vinculado a que estas personas descuidan su bienestar físico en pos de sus metas personales. "Las decisiones que toman en sus carreras son a expensas de aspectos que sabemos afectan la longevidad, como conductas poco saludables, relaciones poco estables y escasas redes sociales".
De hecho, un reciente estudio realizado en Japón reveló que los hombres que alcanzan cargos más importantes en ese país tienen menor longevidad que los no profesionales, debido a que anteponen el trabajo a la salud. La investigación, que se basó en certificados de defunción de los hombres muertos en ese país entre 1980 y 2005, mostró que gerentes y profesionales tenían 1,7 veces más posibilidades de morir antes de los 60 años que sus pares que se desempeñaban en oficinas, ventas y otros servicios.