Pueblos fantasmas y zonas agrícolas deshabitadas son la principal consecuencia de la migración de la población estadounidense hacia los grandes centros urbanos. Ello, principalmente en Estados Unidos profundo. Tanto así que se proyecta que en 2050, muchos comercios y escuelas de las áreas agrícolas deberán cerrar sus puertas. De acuerdo con el censo realizado en 2010, sólo 16% de la población de EE.UU. vive en sectores rurales (en 2000 era el 20%). Un siglo atrás, los estadounidenses que vivían fuera de las ciudades representaban el 72%.
En contraste, se estima que en las próximas décadas la urbanización se acelere al punto de formarse una virtual megaciudad que una a Boston, Nueva York, Filadelfia, Baltimore y Washington DC.