La casa donde murió el jefe del desarticulado cartel de Medellín, Pablo Escobar, fue puesta en venta por su actual propietario, Omar Restrepo, quien adquirió la propiedad en 2008. La residencia fue usada por el narcotraficante durante dos meses, hasta su muerte, el 2 de diciembre de 1993. Escobar cayó luego de que fuera abatido por el "Bloque de búsqueda", unidad de la policía colombiana que tenía como propósito capturar o matar al "zar de las drogas".