Los 125 millones de litros de vinos que perdió la industria vitivinícola local con el terremoto, las exportaciones excepcionales registradas en el primer trimestre de este año, con un alza de 65%, y el hecho de que la cosecha actual esté más baja que en un año normal han producido una mayor demanda de uva y de vinos a granel, lo que ha elevado los precios del vino hasta en un 50%.
Juan Sutil, dueño de Viña Sutil, afirma que las uvas han subido entre 20% y 25% después del sismo, mientras que el valor de los vinos ha aumentado hasta 50%. Así, una arroba (40 litros de granel) pasó de cerca de $ 12.000 a más de $ 18.000.
"El escenario de esta temporada está marcado por pérdidas de stock a causa del terremoto, que han afectado en mayor o menor medida a las viñas", dice Ema Budinich, gerente de estudios de la SNA.
A reponer stock
Así, la reposición de inventarios es uno de los factores que ha influido en estas variaciones de precios.
"Algunas bodegas salieron a comprar vino a granel para recuperar el stock que perdieron a raíz del terremoto, lo que generó aumentos de precios, que son extremadamente variables. Los graneles han subido en promedio 20%, dependiendo de la calidad", sostiene René Merino, presidente de Vinos de Chile.
Aunque en la industria coinciden en que el terremoto presionó los precios, hay actores que destacan que éstos ya venían hacia arriba.
"La tendencia al alza empezó en diciembre, cuando las estimaciones de cosecha venían bajas y las exportaciones de graneles seguían firmes, además de una recuperación de los volúmenes exportados de embotellados", afirma Antonio Larraín, gerente general de la Corporación Chilena del Vino (CCV).
Esta visión es compartida por Merino, quien añade que "las razones de los aumentos son fundamentales y que esto es bueno para los trabajadores, muestra que la ley de la oferta y la demanda funciona y demuestra que colusión no ha habido jamás".
Proyecciones
Con optimismo ven el futuro los principales actores de la industria, pues afirman que la próxima cosecha debiera ser mejor.
"El próximo año se podrá entrar a una vendimia con mayor necesidad de las viñas de reponer stock y eso es una mejor perspectiva para los productores", dice Sutil.







