En Alemania existe una vieja leyenda que dice que no existe un político capaz de resistir una campaña de tres días en su contra liderada por el famoso periódico Bild. La última víctima del rotativo más vendido y poderoso del país fue el ahora ex Presidente Christian Wulff.

Ahora, el Bild apunta sus dardos al rey Juan Carlos de España, quien se rompió la cadera en un accidente en Botswana, donde el monarca habría estado en compañía de una hermosa princesa alemana, para matar elefantes.

Libre de la autocensura que se impone la prensa española a la hora de informar sobre la monarquía, Bild imprimió en la primera página de su edición del jueves el titular "¿Ama el rey Juan Carlos a esta princesa alemana?". El periódico señaló que la princesa había desatado una peligrosa crisis en la monarquía española. "Se trata de la relación entre el rey y la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein", añade el rotativo.

Y el diario alemán volvió ayer a la carga con la publicación de una foto y nuevos detalles del affaire del rey Juan Carlos, en una nota que anunció en su primera página con un titular venenoso: "La alemana que pone en peligro el trono de España".

La nota del Bild está ilustrada con una foto que sacudió a la Casa Real española y que ilustra un viaje privado que hizo el rey a Stuttgart el 2 de febrero de 2006. El primer plano de la foto muestra al monarca, acompañado del entonces jefe del gobierno regional del estado de Baden-Württemberg, Günther Oettinger, y muestra en un segundo plano a la famosa princesa alemana. El pie de foto señala: "Corinna también acompañaba a Juan Carlos en sus viajes oficiales, como lo hizo en 2006 a Stuttgart. Ella también caminaba junto a Juan Carlos sobre la alfombra roja".

No fue todo. El Bild les cuenta a sus lectores alemanes, y en especial a los españoles, que el rey se hace acompañar en sus viajes oficiales por Corinna, a quien presenta como su "compañera". Sin embargo, fuentes de la Casa Real señalaron al diario El Mundo que la princesa Corinna no llegó en el viaje junto al rey, sino que formaba parte de la comitiva de bienvenida. El periódico más leído de Alemania también revela algunas particularidades de la famosa Corinna. Antes que nada, señala que su padre, el empresario danés Finn Bönning Larsen, fallecido hace tres años, trabajó como jefe para Europa de la ya desaparecida compañía aérea brasileña Varig y que siempre se lamentó de la vida "poco convencional" de su hija, una mujer que buscó la amistad y compañía de los ricos y de los "guapos" de la alta sociedad europea. Corinna nunca visitó un aula universitaria y obtuvo su título de princesa cuando se casó, en segundas nupcias, con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein, un noble alemán 11 años menor que ella. El matrimonio sólo duró seis meses -la familia de él siempre se opuso al enlace-, pero Corinna logró mantener el título de princesa después del divorcio.