Tras participar de un desayuno en el terminal de flores, en Independencia, como parte de un acto en el Día de la Madre, Sebastián Piñera y su esposa, Cecilia Morel, emprendieron rumbo hasta el Santuario de la Virgen, en el cerro San Cristóbal.
Allí, el Presidente rememoró a su madre, Magdalena Echenique, quien, por medio de su testamento, pidió que su cuerpo fuera incinerado y que, luego, sus cenizas fueran esparcidas en la cima del cerro.
Según comentó el propio Mandatario, la idea de su madre era que "cada vez que miráramos a la Virgen, nos acordáramos de ella".