"La alternativa de una continuidad de giro resulta más ventajosa que una continuidad de giro en una quiebra", dice el síndico Herman Chadwick Larraín en las conclusiones de su informe. Ello, plantea, en el caso de que se consideren las condiciones que enumeró en su texto principal, como reestructurar el plan de negocios, buscar un socio y redefinir el plan de pagos.
El razonamiento es el siguiente: declarada la quiebra, reiniciar sus actividades a través de una continuidad de giro tendría un costo más alto que hacerlo en un escenario de convenio judicial, sobre todo en una época que coincidiría con la navidad, el período de mayor facturación de la compañía. Además, ese escenario exigiría un alto monto de capital. Por ejemplo, recuerda el síndico, forzaría a finiquitar en forma inmediata a todos los trabajadores de la compañía y pagar según la preferencia que otorga la ley a los empleados de una empresa en quiebra.
En el escenario de una liquidación de activos, Chadwick también se inclina por el convenio judicial preventivo, ya que sus bienes intangibles, como las marcas, que son los más importantes de La Polar, podrían verse seriamente castigados en caso de quiebra. "Lo anterior hace recomendable el convenio en que rentabilizan dichos activos en el tiempo, pagándose los acreedores con sus flujos y no con el producto de su liquidación inmediata", dice el síndico.
Chadwick también realiza un cálculo que le exige la ley en su condición de informante: el monto probable de recuperar para un acreedor valista (sin hipotecas ni preferencias) en caso de una quiebra.
Para ello, el profesional analizó los estados financieros de la firma al 31 de julio, hoy en proceso de auditoría externa, y realizó otros ejercicios.
La conclusión es la siguiente: "Vengo en informar responsablemente que la cifra a recuperar de cada acreedor valista en caso de quiebra alcanzaría el 7,09% de sus acreencias, esto es, una cifra total aproximada de $ 36.278 millones".