Como nunca antes en la última década, la temporada europea de arcilla tiene interrogantes. La principal: ¿se acerca el fin de la hegemonía de Rafael Nadal en esta superficie?

Los soberbios números de Novak Djokovic, indiscutido número uno del mundo, coinciden con la baja del español (5º), quien sólo ganó este año el título del ATP de Buenos Aires, y que no ha pasado de los cuartos de final en los torneos más importantes, salvo en Montecarlo, donde cayó en semifinales frente al serbio. Así, ¿será posible que Rafa alcance su décimo Roland Garros?

"No pienso en París, ni en ganar a ningún jugador en concreto. Lo único que me planteo ahora es ofrecer lo mejor de mí mismo en cada torneo. Porque es evidente que Djokovic está impecable y para plantarle cara deberé alcanzar mi mejor nivel", respondió el hispano.

Una mala actuación en este mes podría a Nadal fuera del top ten. Sin embargo, el mallorquín siente que va en la dirección correcta.

"Para mí, fue la mejor semana de esta temporada. En general, a nivel de juego, concentración y tranquilidad me sentí mucho mejor. No he tenido altibajos, como en las semanas precedentes. Y los partidos se ganan por la regularidad. No puedes ser genial en un punto y cometer luego tres errores seguidos. Pienso que en Montecarlo jugué a un nivel muy alto. He podido tener continuidad en los entrenamientos y eso te da confianza. Pero también está claro que no se puede pasar del 0 al 100 del golpe. Hay que ir mejorando día a día", planteó el balear.

Nadal admite que ha tenido ciertas dudas y que eso le afectó en los primeros torneos de la temporada. "Sentía ansiedad. Pero en Montecarlo recuperé la sensación de que estoy haciendo las cosas bien. Con (David) Ferrer hice un buen partido. Y con Djokovic tuve buenas sensaciones en algunos momentos. Hay que seguir trabajando en la misma línea y conseguir que el esfuerzo mental que me supone mantener el nivel de Montecarlo se convierta en una rutina. Cuando eso ocurra, los resultados llegarán", dice.

En esta lucha por reencontrar su mejor nivel, ha descubierto un nuevo prisma para ver su presente. "La cuestión es mi juego. Y lo que estoy logrando es ir con más calma a pegar cada bola, buscar el golpe sin ansiedad. Ver las cosas de una manera real, no distorsionada. Y dar al tenis la dimensión que se merece. No más", asume.

Hoy, en Barcelona, pondrá a prueba estas enseñanzas, cuando enfrente a su compatriota Nicolás Almagro (123º). "Tenísticamente, estoy bastante mejor que hace unas semanas. El resto ya se verá", anuncia Nadal, ante este nuevo desafío.