El análisis forense del fósil de un delfín permitió a investigadores italianos reconstruir la muerte de este animal en las fauces de un tiburón extinto. A través de los rastros de mordeduras encontrados en sus costillas, vértebras y mandíbulas, los científicos pudieron conocer detalles del suceso ocurrido hace cuatro millones de años: el tiburón concentró su ataque en el abdomen del delfín, al que luego de atrapar entre su mandíbula, sacudió con fuerza. Esto provocó una intensa hemorragia al animal menor, que finalmente ocasionó su muerte.