Amigos, familiares y diversas personalidades de la política y las comunicaciones despidieron ayer a la periodista Raquel Correa. La profesional murió el lunes por la noche, a los 78 años, producto de un paro cardiorrespiratorio.
La misa fúnebre se realizó ayer a las 13.00 en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Vitacura y fue encabezada por el sacerdote Oscar Pacheco. Allí también se había realizado el velatorio, el martes.
En la oportunidad, sus parientes y amigos recordaron cómo su pasión por los medios lo traspasaba a su entorno más íntimo. Una de sus cercanas mencionó que "nos hacía celebrar el 13 de febrero, el Día de la Prensa. Nos invitaba a tomar té, colgaba todo el día revistas de los árboles. Era una tremenda celebración. Le encantaba preguntar todo y le costaba salirse de su papel de periodista".
Su amiga, la periodista Pilar Molina, con quien compartió labores en El Mercurio, contó que Correa se mantuvo interesada en la contingencia noticiosa hasta poco antes de morir. Dijo también que en los últimos meses la había notado cansada y que había presentado, previamente, crisis respiratorias.
A la ceremonia llegaron el ex presidente de Chile Patricio Aylwin; el ex ministro de Interior Edmundo Pérez Yoma, y el otrora ministro de Defensa Jaime Ravinet. También estuvieron los periodistas Bernardo de la Maza, Amaro Gómez Pablos y Tomás Mosciatti.
El rector de la UC, Ignacio Sánchez, afirmó que "antes que periodista, era una gran mujer, de temple, coraje, valentía y profesionalismo. Todo lo hacía con la mayor dedicación y prolijidad. Sus entrevistas estaban perfectamente preparadas y era muy respetuosa con sus entrevistados". Según el actor Jaime Celedón, Correa "ganó todos los premios que se merecía (...) Algo mal está pasando, se están yendo los mejores", dijo en referencia a la muerte del también periodista Sergio Livingstone.
Tras la misa, sus restos fueron trasladados hasta el Parque del Recuerdo.