Reinaldo Solari (85 años) renunció ayer al cargo que ocupa desde 1986. El presidente de Falabella deja su puesto este sábado 1 de enero y en su reemplazo asumirá Juan Cuneo, hoy vicepresidente. Cuneo (78 años) lo subrogará hasta la próxima junta de accionistas, pero es casi seguro que seguirá en el cargo.
La dupla dirigió la internacionalización de la empresa y la convirtió en un gigante del retail, con presencia en cuatro países, más de 73 tiendas por departamentos, una centena de tiendas para el mejoramiento del hogar, 43 supermercados, 13 malls y una capitalización bursátil de US$ 26.200 millones, la mayor del país.
En reemplazo de Solari, como director, ingresó su hijo Carlo Solari (38 años), hoy asesor del directorio, ingeniero de la UC.
El directorio de nueve miembros se reunió ayer para formalizar los cambios. A su término, Reinaldo Solari y Juan Cuneo hablaron con La Tercera.
El nuevo presidente
"En un principio, es muy probable que pueda continuar", dijo Juan Cuneo sobre su subrogancia, inicialmente prevista hasta la próxima junta de socios. "Es muy, muy probable, pero nada es seguro", agregó.
¿Qué le parece la labor realizada por Reinaldo Solari?
Ha sido el artífice principal de lo que ha pasado con Falabella. Una empresa que era relativamente pequeña, con un local en Ahumada y una tienda en Concepción, se ha convertido en lo que es hoy día, cuatro países, multiformatos. Es un gran mérito de él haber dirigido la empresa durante este período.
¿La renovación persigue mejoras en la empresa?
No, yo creo que la renovación se da por cosas obvias. Uno tiene que terminar dejando que las nuevas generaciones se hagan cargo y es lo que está sucediendo. Es el primero de los cambios de un cambio generacional.
¿Cuál es su mayor tarea?
Lo lógico es mantener Falabella en el sitial que está, desarrollarla al máximo, que seamos siempre los preferidos por los clientes y, luego, tener una armonía interna, que es lo que funciona.
El análisis de Solari
"Fueron muchos años y mi balance es muy positivo", declaró el emocionado presidente saliente. "Siempre quedan cosas pendientes, pero hicimos una labor extraordinaria con Juan (...). Siempre es triste irse. No estoy para festejar, pero eso no quita que es necesario dejar un hueco a la juventud.
¿Qué le aconseja a Cuneo?
A Juan no hay nada que decirle. Partió muy joven y no hay nada que aconsejarle.
¿Por qué entra Carlo?
Porque tiene mucha capacidad, está preparado, tiene estudios y ha empezado a conocer el retail desde abajo. Es una gran adquisición para el directorio.
¿Usted lo propuso?
Sí, por supuesto, pero hace 9 años que él está aquí. Además, Sandro está muy bien en Sodimac y Piero, en Megeve, la sociedad familiar.
¿El próximo desafío es entrar a un nuevo mercado?
Seguramente. Estamos buscando oportunidades.