Una riesgosa investigación de cuatro años fue la que llevó adelante la Drug Enforcement Administration (DEA) para detener en 2007 a Monzer al Kassar, acusado de ser uno de los mayores traficantes de armas del mundo.

Con la captura del "Príncipe de Marbella", también se llevó a la justicia norteamericana a su mano derecha: el chileno Luis Felipe Moreno Godoy, quien está condenado a 25 años de cárcel.

Ambos están presos en Estados Unidos, por cuatro delitos de terrorismo.

La DEA reveló a National Geographic Channel detalles de la operación de captura de Al Kassar, quien tenía una historia delictual de más de 30 años ligada a la venta ilegal de armas y al narcotráfico. La Operación Legado duró más de cuatro años, hasta que la agencia logró convencer a Al Kassar de concretar una supuesta venta de armamento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

Para ello, los agentes norteamericanos contactaron a un ex colaborador del sirio, Touk Al Ghazi. También se involucró a dos expertos en informática y destrezas financieras, quienes ayudaron a confeccionar el operativo para que Al Kassar entregara evidencia sobre su modo de operar en este tipo de delitos.

Una vez diseñado el plan, se convenció a Al Kassar de recibir a dos supuestos representantes de la guerrilla colombiana en su casa, en Marbella, España. Sin embargo, se trataba de los agentes "Carlos" y "Sensei".

Estos fueron llevados a la lujosa residencia por el chileno, tras recibirlos en Málaga, España.

En la cita, los agentes grabaron por medio de cámaras ocultas a Al Kassar y a su colaborador, quienes entregaron la evidencia que buscaba la DEA. Luego de la reunión, el ciudadano chileno llevó a los agentes a un cibercafé para que transfirieran el costo total del arsenal, consistente en ocho mil fusiles de asalto, 120 lanzagranadas y dos millones de paquetes de municiones.

La evidencia final fue conseguida mediante un correo electrónico: los especialistas de la DEA mandaron un mensaje al sospechoso con diversas consultas sobre el envío del armamento, el cual, como ya había adelantado el traficante, se concretaría por barco.

Al Kassar contestó el mensaje, en el cual dijo: "No hay problema con el punto 5", aludiendo a la venta de los misiles "Sams". En el correo, "El Pavo Real", como era conocido, también reveló sus formas para eludir controles aduaneros, según National Geographic.

Delitos de terrorismo

El cómplice chileno de Al Kassar fue detenido en junio de 2007, en Bucarest, Rumania. El día de la crucial operación, los agentes monitorearon la llegada de Al Kassar a Madrid, y tras vigilar sus movimientos, lo detuvieron.

Ambos fueron condenados por los delitos de conspiración para adquirir o utilizar misiles, conspiración y cooperación con una organización terrorista (por intentar vender armas a las Farc), lavado de dinero y conspirar para matar a oficiales norteamericanos.

Según la DEA, el ciudadano chileno era uno de los secretarios de Monzer Al Kassar en Marbella y otros puntos de Europa.