“Baja las escaleras y regresa a la cama”. Esa fue la indicación del líder de Al Qaeda Osama Bin Laden a su hija Maryam, la madrugada del 2 de mayo de 2011, después de que la adolescente subiera a la pieza de su padre, para preguntarle por el sonido de unas explosiones a las afueras de la casa que la familia ocupaba en la ciudad paquistaní de Abbottabad. El relato está contenido en el artículo “Los últimos días de Osama Bin Laden”, publicado en la revista Time, así como en el documental del mismo nombre estrenado en National Geographic, del periodista norteamericano Peter Bergen, quien fue el primer reportero en entrevistar para la televisión a Bin Laden, en 1997. El texto entrega detalles de cómo vivía el principal acusado de los atentados de 2001 en sus seis años de encierro en la clandestinidad.

A un año de la muerte del líder terrorista, Bergen señala que Bin Laden vivía resguardado en el cuarto piso de la residencia, que era imperceptible desde afuera de la casa y al que sólo podían acceder él y su esposa, de 29 años, Amal. El lugar contaba con sólo cinco ventanas en forma de rendijas, que impedían ver hacia el interior, y una pequeña terraza cubierta con una muralla para que Bin Laden pudiera salir sin ser visto. En los otros pisos vivían sus dos esposas mayores, junto a sus hijos y nietos.

El periodista británico relata que la familia Bin Laden vivía sin lujos. El líder de Al Qaeda se alimentaba a base de carne de cabra, leche, miel y vegetales, que eran cultivados en el jardín de la residencia, la cual carecía de pintura y fotografías. El hogar de Bin Laden contaba con techos bajos para un hombre de su estatura, baños rudimentarios y duchas plásticas. Además, el periodista también reveló que Bin Laden se teñía el cabello, “para tratar de mantener una apariencia más juvenil” a sus 60 años.

Por su parte, en el documental emitido por National Geographic, Bergen reconstruye la operación estadounidense que acabó con el líder terrorista. De acuerdo con el sitio web de National Geographic, Bergen entrevistó a operativos de los Navy SEAL, pilotos de los helicópteros “halcones negros” que participaron en la operación y viajó a Pakistán para conocer de primera mano cómo era la vida de la familia Bin Laden en Abbottabad.

Además, Bergen conversó con David Petraeus, actual jefe de la CIA y entonces máximo jefe de las tropas de EE.UU. en Afganistán, quien aseguró ser la única persona en la sede de la OTAN en ese país que tuvo conocimiento de la operación secreta en Pakistán en el momento de su realización, debido al riesgo que corrían los uniformados que la estaban llevando a cabo. El documental explica cómo fue orquestado el ataque y cómo sorprendió a la familia de Bin Laden.

De acuerdo con lo relatado por Bergen en la revista Time, Osama Bin Laden tenía una pistola Makarov y una AK-47 en su habitación, las cuales no alcanzó a utilizar en el momento en que el equipo SEAL, que estaba llevando a cabo el operativo irrumpió en su casa. El líder de Al Qaeda intentó bloquear el paso de los agentes a su habitación, la cual se encontraba blindada con una puerta de metal que sólo podía ser abierta desde adentro, pero “cometió el error de no asegurar la puerta”.

Amal -la esposa más joven de Bin Laden- profirió un grito al escuchar a un hombre extraño entrando a su habitación. Su reacción fue arrojarse a los brazos de su marido para defenderlo. Ante el riesgo de que la mujer pudiera estar usando un “chaleco bomba”, uno de los oficiales estadounidense la hirió en una pantorrilla, por lo que cayó.

El que alguna vez fuera el hombre más buscado por Estados Unidos, no alcanzó a oponer resistencia en el momento en que un Navy SEAL le disparó “en el pecho y en el ojo izquierdo”, causando su muerte.