Por más de tres horas se extendió en Arica el control de detención de los siete involucrados en la incautación de más de 800 kilos de cocaína en la XV Región realizada por la PDI en conjunto con la fiscalía.
En la audiencia, el Ministerio Público formalizó por el delito de tráfico de estupefacientes a los ciudadanos bolivianos Miguel Ángel Arrazola Moreno y Gonzalo Rivera Solís; los chilenos Jaime Landeros Naveas, Carlos Cabrera Traslaviña, Omar Aravena Navarrete y Stanislav Mestrovic y al brasileño Luiz Carlos Salvador, estos últimos tres, además, formalizados por asociación ilícita para el tráfico, lavado de activos y asociación ilícita para activos. Los siete quedaron en prisión preventiva por 120 días y arriesgan una pena mínima de cinco años y un día de prisión.
Investigación
Escuchas telefónicas, fotografías y facturas fueron los medios de prueba que utilizó la fiscal adjunta, Javiera López, para sustentar sus acusaciones hacia los imputados, quienes negaban su participación en el ilícito. A continuación, parte de las grabaciones usadas por la fiscal López entre el martillero Mestrovic (M) y Cabrera (C) para sostener su acusación:
M: Qué pasó, ¿todavía estái en Iquique?
C: Todavía estamos aquí.
M: ¿Cuándo vienen?
C: Tamos terminando la cama baja ya, nos falta colocar el porta pie para los contenedores y terminamos.
M: Ya.
C: Yo creo que en la tarde nos vamos ya. Yo estoy esperando que vengan los cabros nomás, nos queda un poco de pasto por entregar ahí y ya con esa termino.
M: Ya, nos vemos.
Además de esta, también se dio a conocer una escucha entre Aravena (A) y Cabrera (C).
A: No me vai a decir que no hay viajado.
C: Todavía estoy aquí.
A: Yo pensé que ya habiai llegado poh, necesito plata.
C: Ya poh, a más tardar voy a estar mañana a mediodía.
A: ¿Sí o sí?
C: Sí o sí, porque estoy cargando un arreglo chico y ahí estoy listo.
A: ¿Y la que iba a venir de Bolivia cuándo?
C: Es lo que vamos a ver.
Según la investigación, la operación parte cuando el martillero público adquiere en un remate una maquinaria a nombre de una de las empresas de Salvador. Tras la adquisición, esta maquinaria es trasladada a Iquique para ser habilitada con un doble fondo, para luego ser trasladada a Bolivia, donde fue cargada con la droga. Luego fue traída sobre un camión a Chile.