La hemorragia intestinal que hace cuatro años puso a Fidel Castro al borde de la muerte se produjo después de las actividades del 26 de julio de 2006, a bordo de un avión que cubría la ruta entre Holguín y La Habana, distantes 734 kilómetros, sin médico a bordo, por lo que la nave debió aterrizar para el urgente ingreso hospitalario del paciente, de acuerdo con un informe médico cubano asumido como creíble por la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana y transmitido al Departamento de Estado en un cable que fue entregado por Wikileaks.

El 14 de marzo de 2007, la Sección de Intereses recibió un informe que describe el agravamiento de la salud de Fidel Castro sobre la base de la documentación aportada por una persona que supuestamente tuvo acceso al contenido del historial clínico: "Castro atraviesa un estado terminal y sufrirá un inevitable deterioro de sus facultades mentales hasta el momento de su muerte. Pero no va a morir 'inmediatamente'", escribe Michael Parmly, el entonces jefe de la misión diplomática, que contrapone el informe recibido a los comunicados públicos de destacadas figuras del Partido Comunista Cubano (PCC) sobre el regreso a la vida pública de Castro.

Apenas se han filtrado datos oficiales y precisos sobre la crisis que derrumbó al jefe de la revolución cubana, enchufado durante meses a sondas, ingresado durante dos años en una dependencia del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq) y trasladado hace uno, aproximadamente, a la vivienda familiar, donde desarrolla una vida bastante activa. Algunas de las intervenciones quirúrgicas practicadas para atajar sus lesiones estomacales fallaron, al igual que la primera estrategia hacia la rehabilitación del enfermo, cuya convalecencia ha sido complicada, y sujeta a sobresaltos y puntual vigilancia médica.

El informe médico despachado a Washington por la Sección de Intereses fue redactado con la entrevista efectuada por la persona que proporcionó el informe. El cable nada dice sobre las fuentes informativas de esta persona para redactarlo, aunque a juzgar por su contenido parece haber tenido acceso a algunos elementos relevantes. A Castro le fue diagnosticada diverticulitis de colon, que consiste en la inflamación de los divertículos, protuberancias en el tramo final del intestino, que en este caso le causaron una gran hemorragia.

Presentaba una perforación en el intestino grueso y necesitaba una colostomía, una abertura en la parte exterior del abdomen para eliminar los desechos hasta que sane el colon o se le efectúe otra cirugía para sustituir el ano, "a la que (Castro) se opuso, diciendo que debían cortar la parte infectada y empalmar el intestino al colón. El doctor (Eugenio) Selman, jefe del equipo, estuvo de acuerdo, pero el resto de médicos se opuso. Fidel, caprichosamente, se opuso", prosigue el informe. "Con el paso del tiempo, y al haberse infectado el colon, la operación falló y la parte empalmada se separó. Tuvieron que operarlo de nuevo, pero se toparon con una fístula (una conexión anormal entre dos órganos), cuya existencia desconocían".

El informe recogido por la legación diplomática de EE.UU. agrega que normalmente una fístula bloquea la digestión de la comida, con lo que Fidel Castro perdió cerca de 18 kilos y hubo de ser alimentado con suero "y utilizaron un aparato fabricado en Corea para tratar la fístula, aunque sin mucho éxito". Entonces fue llamado el médico español José Luis García Sabrido, quien descartó la existencia de un cáncer, "y dijo que el equipo cubano había hecho lo que creyó conveniente pero que lo correcto hubiera sido una colostomía", según se indica en el cable del jefe de la Sección de Intereses. "En ese momento, se procedió a la retirada del doctor Selman del equipo, quien ahora trabaja en un empleo de menor categoría". A la edad de Fidel Castro, hoy de 84 años, la enfermedad no es curable, según el informe, y no le permitirá volver a la cúspide del mando activo en Cuba.

La Sección de Intereses efectúa sus propias valoraciones, aunque no se aventura a adelantar cuánto vivirá Fidel Castro y se pregunta que sucederá en la isla cuando él muera. Un año después de la crisis intestinal sufrida por Castro, otro telegrama de la misión diplomática alude a la muerte de Vilma Espín, esposa de Raúl Castro, el 18 de junio de 2007. "Algunas informaciones indican que cuando Fidel Castro cayó incapacitado, Raúl Castro sufrió una depresión, causada por la paralela enfermedad terminal de su hermano y de su esposa, y más a causa de (la pérdida) de su esposa que por su hermano".