Usain Bolt vuelve a lanzar una autobiografía, tres años después de la primera. "Faster than lightning" (Más rápido que el relámpago) es el nombre de la nueva publicación, que comienza con la narración del accidente de tránsito de 2009 que casi le cuesta la vida al jamaicano. En el libro, habla además de sexo, comida y de su experiencia con las drogas.

"Las mujeres se arrojaban a mis pies. No era nuevo, ya había tenido chicas (...), pero Beijing fue diferente. Podía tener a la mujer que quisiera. Iba a un club y pensaba: 'Hmm, ¿qué elijo? ¿Tú? ¿Tú? No, ¡tú! Ven aquí'. Para un joven como yo, era un sueño hecho realidad. Imagínate: 22 años y en la flor de la vida. Me sentí como un niño en una tienda de dulces", confiesa Bolt, en un extracto revelado por el semanario alemán Bild am Sonntag.

El sexo también pudo ser un problema, según cuenta el velocista. Su entrenador, Glenn Mills, quiso prohibirle tener relaciones para privilegiar su carrera. "Si hubiera seguido su consejo, me habría vuelto loco. Mi decisión ya estaba tomada. Para ser rápido y ganar en grande, tenía que vivir rápido", narra.

Además, Bolt cuenta cómo en China se hizo adicto a los McNuggets ("comí unos mil. Me tendrían que haber dado una medalla de oro por tragar eso").

También reconoció que su padre lo golpeó cuando pequeño y admitió haber probado la marihuana: "Probé uno y me pareció asqueroso. Cuando jugábamos fútbol de pequeños en el parque había chicos que los pasaban y un día me lancé... pero me arrepentí de inmediato".

Asimismo, Bolt fue nominado por la IAAF para ser Atleta del Año, junto con el fondista británico Mo Farah y al saltador ucraniano Bohdan Bondarenko.