Ricardo Arjona se ve emocionado. Pareciera que un nuevo soplo de vida cruza su rostro cada vez que habla de Independiente, su inminente producción discográfica y que desde hace un par de días tiene su primer single sonando en radios, El amor. "Tengo ganas de pelear en serio por este álbum, y hablo de defenderlo porque creo en él y tengo ganas de tomar riesgos", advierte.
Además de estrenar cancionero, el cantautor anuncia su divorcio definitivo de las multinacionales, los sellos que impulsaron su estrellato (hasta hace poco estaba con Warner Music). A cambio, se aventuró con el nacimiento de su nueva empresa, Metamorfosis, la que editará sus álbumes y llevará las riendas de su carrera. Como primer paso, el artista llegó esta semana hasta Ciudad de México para grabar el video de El amor en uno de los rincones más sofisticados de la capital y habló con La Tercera de sus nuevas rutas.
¿Por qué decidió lanzarse independiente? ¿Qué es lo que les faltó a los sellos trasnacionales?
Ganas, fe, emoción y riesgo. Pero la industria musical en sí no es responsable del cambio que he decidido tomar, sino la crisis por la que pasa y lo que ha generado: un pánico de lo más comprensible, porque cuando alguien corre el riesgo de perder su empleo, lo primero que extravía es la emoción y luego las ganas de arriesgarse. La historia de la música nos ha enseñado que el valor no debe dejarse ir, porque sin él, personajes como los Beatles jamás hubieran existido. Los grandes acontecimientos musicales han ocurrido una vez que alguien se atreve a hacer algo completamente loco.
Y su nueva empresa, Metamorfosis, ¿es ajena a los vicios de los grandes sellos?
Para dar pelea se necesitan fe y ganas de riesgo, un par de factores que la actual industria musical no posee. Metamorfosis es una empresa conformada por gente verdaderamente emocionada con el trabajo que hay por hacer con un artista como yo. Ahí, todos colaboramos con gusto. En un sello grande, existe un label mánager que tiene que trabajar con 25 artistas distintos y no todos son de su agrado. En cambio, en Metamorfosis somos puro corazón, y eso me hace creer que nacerán más cosas importantes.
Pareciera que usted vuelve al entusiasmo de sus orígenes, a los años de su álbum Animal nocturno (1993).
Creo que eso está sucediendo, con la diferencia de que ahora cuento con más armas. Cuando hice Animal nocturno me enteré de que se trató del disco más barato que el sello disquero en México ha pagado en su historia. Y es que entonces yo no contaba con el presupuesto para hacer un disco caro. Nadie creía en mí, pero siempre he apostado más por mi creatividad que por la opulencia de los grandes estudios. ¿Quién diría que ese disco que hice con tan poco dinero se volvería uno de mis álbumes más importantes?
¿Independiente tiene similitudes con Animal nocturno?
Claro, porque sigo aludiendo a la frescura de aquellos días. A veces me sorprende que esté demasiado pendiente de los retoques de mis canciones, pero uno de mis objetivos para Independiente fue deshacerme un poco de eso, para así hacer más simples mis composiciones. Por eso creo que es el disco más importante de mi carrera, por lo que representa para mí.
Su nuevo single se llama El amor. ¿Volver a ese concepto tan básico, es volver al eje temático de su cancionero?
No sé. En Chile o Argentina la gente me reconoce más por ser un baladista, consideran que mis canciones están más enfocadas a las mujeres. Pero de Ecuador para arriba la cosa cambia, tal vez por los sencillos que en su momento la compañía de discos eligió para promocionar. A mí no me gusta tanto que me llamen "baladista", pero cuando lanzo un disco no sé adónde van a ir a parar mis canciones. Respecto a El amor, señalo sus momentos oscuros cuando digo: "El amor empieza soñando y termina en insomnio, es un acto profundo de fe que huele a mentira". Para mí, se trata de una composición dura en contra del amor, muy realista. Su oscuridad lo hace un sentimiento poco regular.
El Arjona social
Chile, Inglaterra y España han sufrido señales de alarma social, ¿qué opina al respecto?
Es que no sólo en esos lugares ocurren cosas así; todo el mundo se está reacomodando. El actual estado de agitación es producto de un problema económico grave, pero para entenderlo hay que ser especialista y no lo soy. A mí me parece que se trata de un ajuste de cuentas que opera como un acicate perfecto para hacer madurar a los estadounidenses, quienes necesitaban una crisis de este tamaño para darse cuenta de que todos somos iguales.
¿Cómo recibió la noticia de la muerte de Facundo Cabral?
Conocí a Facundo personalmente. Convivimos juntos varias veces y fui de los primeros que lamentaron la barbaridad que le sucedió, pero lamento aún más su fallecimiento debido a que todo ocurrió en mi país. El y yo sostuvimos una relación muy amistosa y lo recuerdo en mi casa, cuando hicimos un asado. La última vez que lo vi fue en Buenos Aires. Definitivamente, ocupa uno de los lugares más importantes entre los trovadores latinoamericanos.
La última vez que estuvo en Chile vivió el terremoto. ¿Qué recuerdos tiene del país?
Conozco a Chile muy bien, desde hace años empecé a compartir mi música con los chilenos, y lo hice desde los lugares más abandonados hasta llenar varios estadios. Claro que tengo una historia de pasión con Chile y es muy especial, pero no puedo exhibirla públicamente, es privada.
¿Tiene contemplado volver?
Por supuesto. En 2012 en Chile. Y espero que mi público haya descansado de mí lo suficiente, porque ponto volveré por más.