Después de más de tres décadas cubriendo Medio Oriente para el periódico inglés The Independent, Robert Fisk es considerado como el decano de los corresponsales en la región. Ganador de varios premios y autor de numerosos libros, actualmente vive en Beirut, Líbano. Sin embargo, acudió rápidamente a El Cairo después de que estallara la última ola de violencia, que se ha cobrado ya casi 1.000 muertos. En esta entrevista, analiza la actual situación en Siria.
¿Cómo ve la evolución de la guerra civil en Siria?
Va a ser un conflicto muy largo, creo que aún le quedan varios años. Mucha gente la compara con la guerra del Líbano, pero a mí más bien me recuerda la guerra de liberación de Argelia contra Francia. Sobre todo por su crueldad. Existen muchas conexiones entre ambos países, tanto a nivel ideológico, en su nacionalismo, como histórico, con un pasado colonial francés. El gobierno argelino envió una delegación a Damasco para aprender cómo Hafez Assad había hecho la masacre de Hama, en la que murieron miles de islamistas. Luego aplicaron aquellas lecciones en la guerra civil de los años 90.
Usted conoce bien al Ejército sirio, ¿es tan brutal en sus métodos como parece?
En el bando del gobierno, hay tres tipos diferentes de cuerpos de seguridad que luchan en la guerra: el Ejército, los agentes de inteligencia, y los "shabiha", las milicias populares armadas. Los actos más brutales contra los civiles no los realiza el Ejército. Yo he tenido mucho acceso al Ejército sirio. Incluso me dejaban montar en sus tanques. E incluso sé que un general que conocí realizó un consejo de guerra contra un oficial por maltratar a un civil.
¿Cuál es el rol de Irán en este conflicto?
Esta guerra tiene mucho que ver con Irán. Y la intención de Occidente es destruir el único aliado árabe de Teherán. Y para los iraníes este conflicto es importante, porque se trata de mantener el único Estado aliado árabe que tienen. Sabemos que el gobierno iraní ha dado consejo, pero no es cierto que haya soldados iraníes llegando en masa. Yo no los he visto.
¿Sería positivo que la comunidad internacional interviniera en Siria?
Políticamente, sí, pero militarmente no.
Recientemente ha habido explosiones mortíferas en Líbano. ¿Considera que hay un riesgo de contagio?
No, creo que la situación en Líbano es más segura de lo que parece. Los líderes políticos libaneses han sido extremadamente cuidadosos a la hora de abordar la crisis siria para evitar que pueda provocar una guerra civil. Y no es fácil, porque el número de habitantes o refugiados de origen sirio es enorme. Cuando hubo una milicia sunita en Trípoli, donde un tercio de la población es siria, que se desmadró, el Ejército intervino rápidamente para solucionar la situación. El único lugar problemático son algunos pueblos de la frontera, como Hama, en el norte.