Sólo eran unos muchachos con poco dinero y muchas ambiciones. A fines de los 60, Patti Smith y Robert Mapplethorpe compartían un pequeño departamento del Hotel Chelsea, en Nueva York. La futura cantautora Smith recuerda que por entonces rezaban: "Por el alma de Robert, él para venderla y yo para salvarla". Se cumpliría el deseo de él, muy a su pesar.
En esos primeros años, Mapplethorpe aún no tomaba la cámara que lo convertiría en uno de los fotógrafos más trascendentales del siglo XX. En menos de 15 años logró que su obra fuera exhibida en importantes galerías y museos, se codeó con curadores, coleccionistas y artistas, creó una obra tan admirable como polémica. Luego enfermó y falleció, todo antes de cumplir los 43 años.
Ahora se exhibe en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) la más grande retrospectiva que se haya mostrado de su obra en nuestro continente. Robert Mapplethorpe: Eros and order se extiende hasta el 2 de agosto y reúne 130 fotografías producidas entre 1975 y 1988. Coincidentemente, se publica en español Eramos unos niños, libro en el que Patti Smith relata los años en Nueva York previos a la fama, cuando ella y Mapplethorpe eran amigos, amantes, familia y compañeros del alma.
El nunca quiso verse a sí mismo como fotógrafo, sino como artista. Aunque en esa época la fotografía apenas llamaba la atención de museos y galerías de arte. Mapplethorpe, autodidacta, se abrió paso en espacios dedicados a la pintura y la escultura gracias a sus imágenes casi perfectas, en que el control de todos los detalles (luz, sombra, color, forma) era preciso. "Su desenfadado gusto por la belleza estaba decididamente fuera de moda", dice la curadora de la muestra, Anne Tucker, agregando que incluso hay quienes ven vínculos entre el fotógrafo y el arte clásico.
Mapplethorpe, en todo caso, se sentía más afín a Duchamp y, sobre todo, a Andy Warhol. Y más allá de los retratos, las naturalezas muertas, las flores y la inmortalización de estatuas, impactó por sus imágenes homoeróticas, temática que desarrolló tras su propio reconocimiento homosexual en la década del 70 y compiló en el polémico X Portfolio. En la muestra del Malba se exhiben en una porción de sala que ha sido cerrada y cuya entrada advierte de material "poco apto para menores".
El fotógrafo no lo hubiera querido así. Se oponía a marginalizar las fotos de homosexuales. El proponía intercalarlas con sus menos agresivos retratos de personajes, como Patti Smith, Susan Sontag, Louise Bourgeois y Arnold Schwarzenegger, además de sus otras imágenes, más tradicionales.
Mapplethorpe supo que tenía sida en 1986. La enfermedad lo motivó a producir suficiente obra para que, dos años después, pudiera llenar su primera gran retrospectiva en el Museo Whitney de Nueva York. Murió al año siguiente, a los 42 años, dejando como legado algunas de las más bellas controversias del arte.