"Soy una especie de obrero que escribe libros", decía Manuel Rojas en 1957, poco después de haber ganado el premio Nacional de Literatura. Ya era una institución en la literatura chilena y sobre su vida aún corrían mil leyendas que lo situaban entre el autodidacta de mil oficios y el aventurero anarquista. A tres años de morir, en 1969, el autor de Hijo de ladrón resumió escuetamente: "Tuve una juventud difícil, fui aprendiz de esto y estotro; estuve preso varias veces; leí muchos libros anarquistas. Siempre he sido un tipo disconforme".
Narrador decisivo de las letras locales, Rojas (1896-1973) cultivó con tanta fe una estética de la experiencia que siempre se arrepintió de su novela La ciudad de los césares (1936). No sólo la encontraba "mala", creía haber caído en el "pecado" de la ficción. Rojas llegó a decir: "El escritor es hijo de su experiencia. Un escritor sin experiencia es un ente inconcebible".
Sus definiciones son parte del libro Conversaciones con Manuel Rojas: entrevistas 1928-1972 (Ed. Zig-Zag). Editado por Daniel Fuenzalida, recoge casi todas las entrevistas que concedió el autor de El vaso de leche. En todas, la venturosa vida de Rojas acapara la atención: "A estas alturas Manuel Rojas se convierte en Aniceto Hevia", le dice en la última conversación Hernán Lavín Cerda, aludiendo a su famoso personaje. El no lo niega: "¡Hay que salir a buscar vida!". Tiene 76.
De su amistad con José Santos González Vera a su apoyo a la Revolución Cubana, de Dostoievski a Carlos Droguett, de la bohemia literaria de los 30 al Boom latinoamericano, Rojas aparece en el libro hablando sobre todos sus temas. Hijo de ladrón ocupa otro lugar central. En 1951 la definió así: "Como una tentativa de crear una técnica novelística lo menos convencional posible". Más pedestre, cuando le preguntaron cómo la escribió respondió: "A la buena de Dios. Aunque debiera decir a la del diablo (...). Solo procuré registrar mis propias experiencias".
En librerías en los próximos días, Conversaciones con Manuel Rojas se lanza el 7 de noviembre en la Feria del Libro de Santiago.