Fue el presidente ejecutivo de Rolls-Royce, Torsten Müller-Otvös, el que confirmó esta semana el aterrizaje de la centenaria firma inglesa en Chile, la que será comercializada por el grupo británico Inchcape, mismo importador de BMW. Con ella, el mercado nacional sumará su 59a marca oficial, a la espera de que en 2012 se agreguen otras tres firmas ya confirmadas, Opel, Seat e Infiniti.

El lanzamiento oficial de la firma fundada en 1904 por Charles Rolls y Henry Royce se realizará en marzo. Rolls-Royce tendrá una casa propia en Santiago, aunque Peter Aberle, director general de Inchcape para Sudamérica, indicó que no se ha definido su ubicación, ya que por ahora lo más probable es que sea una solución transitoria. "Antes de que termine 2012 tendremos la ubicación definitiva para el showroom más elegante y espectacular del país", indicó.

En la marca no hablan de especificaciones para el local, pero se sabe que los estándares de Rolls-Royce son muy altos en términos de calidad y elegancia, aunque no tanto de espacio. De hecho, los últimos salones de exhibición abiertos en grandes ciudades del mundo van entre los 200 y 300 metros, suficiente para meter un par de autos y tener una sala especial para que el cliente configure su auto.

Müller-Otvös indica que Rolls-Royce venderá su gama completa en Chile, compuesta por los modelos Ghost y Phantom en todas sus versiones. Aberle indica que los precios partirían de US$ 350.000 para el Ghost (unos $ 180 millones), y de US$ 500.000 para el Phantom (unos $ 255 millones), mientras que no hay techo ya que la marca dispondrá también del plan de personalización Bespoke, mediante el cual el cliente puede armar y configurar su auto para hacerlo único e inigualable.

Ninguno de los dos se atreve a dar una proyeccción de ventas, ya que "se trata de una operación a largo plazo y la apuesta es a crecer en los años", pero colocar entre seis y ocho unidades al año es una idea que no les desagrada.

El line-up de Rolls-Royce está compuesto por dos modelos y seis versiones. El Ghost, presentado en París tres años atrás, es el más pequeño y le ha permitido a la marca penetrar un segmento al que antes no llegaba. De hecho, Müller-Otvös indica que el 50% de sus propietarios son nuevos clientes y el 10% son mujeres.

El Ghost está construido sobre la plataforma del BMW Serie 7, mide 5,4 metros de largo, tiene cuatro puertas de apertura inversa y monta un bloque de 6,6 litros, 12 cilindros y dos turbos, que eroga 570 caballos de fuerza, suficiente para ir de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos.

La segunda variante del Ghost es un "Extended Wheel Base" o "Base Extendida", que aumenta el largo en 170 mm, agrandando el espacio en las plazas traseras.

El Phantom es el más clásico de sus modelos y el primero en ser fabricado bajo la nueva propiedad de BMW. Utiliza una estructura completa de aluminio y se vende con cuatro tipos de carrocería. El normal y el extendido miden 5,83 y 6,01 metros de largo, respectivamente. Asimismo, hay versiones Coupé y descapotable, denominada Drophead Coupé. Los cuatro Phantom montan un motor V12 de 6,7 litros con 460 caballos. Como es previsible, el nivel de equipamiento de todos es extraordinario.