Protagonista de comedia romántica, actor con inclinaciones indie, eficiente comediante. Hace años que Ryan Reynolds (34) está intentando colarse en las filas de las estrellas hollywoodenses de primera línea, junto a nombres como Brad Pitt, Matt Damon o George Clooney. Pero aunque ya pudo tachar varios ítemes de los requisitos indispensables para poder entrar en esas ligas, todavía no ha podido probar que es capaz de sostener sobre sus hombros una cinta realmente taquillera. Por eso, el estreno de Linterna verde hoy en Estados Unidos, y el 7 de agosto en salas locales, resulta la prueba definitiva para sus aspiraciones.

"Lógicamente estaba muy nervioso", reconoció al diario New York Times esta semana sobre hacerse cargo del personaje. No es para menos, porque no sólo su viabilidad como rostro hollywoodense consolidado está en juego, sino que también la apuesta del estudio Warner por encontrar una saga taquillera que pueda ayudar a llenar el vacío que el final de Harry Potter dejará este año, y por aprovechar a otros nombres menores de su galería de superhéroes.

Según Reynolds, la demora en lograr establecerse tiene sus ventajas. "Soy muy afortunado de que esto me haya pasado tarde. Nada de esto me pasó cuando era veinteañero, así que no me configuré en la mente de la audiencia como un solo personaje", aseguró el actor a la revista Details. En efecto, los papeles que ha tenido han sido variados: comedias románticas como Definitivamente tal vez y La propuesta; las independientes The nine y Buried; un rol secundario en la tercera Blade y la cinta de horror Terror en Amityville, son algunos ejemplos.

Un aspecto de la fama total hollywoodense que ya le tocó vivir es la de adornar los tabloides, cuando a fines de 2010 anunció su divorcio de la actriz Scarlett Johansson, tras dos años de matrimonio. Ambos habían mantenido la relación en estricta reserva, pero a la hora de la separación, "mi cara estaba en la portada de revistas que traté diligentemente de evitar", como reconoció él. Con todo en Details, Reynolds sí se refirió al tema. "Cualquiera que se divorcia sufre. Pero lo superas. Todavía no he llegado a eso, pero estoy optimista", dijo.

Los estudios, en todo caso, le tienen fe. El actor canadiense tiene seis nuevas películas en carpeta. Entre ellas la comedia The change-up, con Jason Bateman y Safe house, junto a Denzel Washington. Además de otro superhéroe: Deadpool.