El 2 de septiembre de 2010, en la Feria de Industriales de Alemania, Samsung presentó un nuevo producto con el que esperaba remecer el mercado: el Galaxy Tab, la primera tableta que competiría de igual a igual con el iPad de Apple.

Y el producto, literalmente, remeció la industria, aunque no del todo como esperaba. En abril pasado, la empresa de Steve Jobs demandó a Samsung en una corte de California alegando que el producto era una copia de su tableta.

El recurso generó una inmediata respuesta de la compañía surcoreana, que replicó con otras tres demandas: una en Seúl, otra en Tokio y otra en Berlín. En los tres países reclamó la violación de cinco patentes por parte de Apple.

Lejos de detenerse, la espiral judicial sumó otro capítulo, cuando Apple presentó un nuevo recurso, esta vez en Corea del Sur. Y ahora, el vendaval jurídico está alcanzando una intensidad poco vista en este tipo de confrontaciones, luego de que Samsung decidiera presentar ayer una nueva reclamación ante la Comisión Internacional del Comercio de Estados Unidos, que pretende que el organismo prohíba la venta del iPhone, iPad y iPod en ese país.

El grupo surcoreano acusa a Apple de violar cinco de sus patentes vinculadas con las tecnologías wireless (sin cables). A través de un comunicado, Samsung solicitó una orden de exclusión permanente que prohíba "el ingreso a los Estados Unidos de todos los productos de Apple que violen dichas patentes".

Sin embargo, los expertos estiman que el recurso ante la Comisión Internacional del Comercio tomará al menos 16 meses, pues antes de emitir un fallo, el organismo tiene primero que admitir a trámite las alegaciones de Samsung.

Enemigos, pero amigos

A pesar de la batalla legal, ambas compañías mantienen un antiguo trato comercial. Samsung es el principal proveedor de microchips para los dispositivos de Apple, lo que le generó cerca de 5.700 millones de dólares en ingresos durante 2010.

El recurso judicial presentado por Samsung no es la única demanda a la que se ha visto enfrentada Apple.

En junio pasado, la empresa logró un acuerdo extrajudicial con Nokia, después de una seguidilla de demandas y contrademandas entre ambas empresas, también por supuestas violaciones de patentes.

La disputa se zanjó el 15 de junio, después de que Apple aceptara pagar una indemnización por el uso de dichas tecnologías.