El nuevo paquete del gobierno español que incluye alza de impuestos y reducción de gastos arroja luces en un debate cada vez más polémico, respecto a si la austeridad fiscal en Europa está dañando la salud del paciente más que ayudando a su recuperación.
El rendimiento de los bonos españoles bajó, una señal de que los inversionistas han dado a la medida -el cuarto paquete de este tipo desde que el gobierno asumiera hace siete meses- su voto de confianza.
Entre los líderes y economistas de Europa hay más desacuerdos.
La elección del socialista François Hollande como Presidente de Francia en mayo ayudó a inclinar el debate político en la eurozona hacia la promoción del crecimiento por sobre la austeridad a cualquier costo, una posición apoyada por el primer ministro italiano Mario Monti. Pero ahora, incluso Hollande está proponiendo reducciones sin precedentes en el gasto público por encima de fuertes alzas de impuestos para las empresas y los ricos.
Hasta el FMI ha expresado su preocupación respecto al ritmo de los esfuerzos para reducir el endeudamiento de los gobiernos, en un momento en que la demanda doméstica se contrae, el desempleo se eleva seriamente y las ofertas de crédito disminuyen a paso rápido.
"Muy poca consolidación fiscal puede irritar a los mercados, pero demasiados riesgos pueden minar la recuperación y, de esta forma, elevar la preocupación de los mercados", dijo el FMI en su informe "Perspectivas de la economía mundial" de abril pasado.
"Las dinámicas de deuda de España no son favorecidas por la postura actual", dice Gerard Lyons, economista jefe de Standard Chartered. "Es como estar en un hoyo y que te pidan que excaves más hondo. España necesita crecimiento, necesita demanda, no austeridad".
Pero Marco Annunziata, economista jefe de General Electric, dice que España está haciendo simplemente lo que necesita para justificar los 100 mil millones de euros prometidos por la UE para apuntalar a su tambaleante sector bancario.
"Las medidas de austeridad de Madrid envían una señal muy importante de que, al mismo tiempo que España está recibiendo apoyo adicional de la eurozona, está haciendo un esfuerzo adicional por mantener su política fiscal en el buen camino".
España enfrenta una tremenda combinación de desafíos, debido al tamaño de su sector bancario en relación a la economía y a la profundidad de las pérdidas. De hecho, esto podría explicar el comportamiento contrastante de varios Estados Europeos -el PIB francés ha estado creciendo más rápidamente que el de Inglaterra, donde el sector bancario es significativamente mayor-.