Fue hace 15 años cuando la marca española Seat marcó su récord de venta en Chile, con 1.400 autos entregados en 1996. Era el segundo lustro de los 90, época cuando la firma importada por Maco recogía los primeros beneficios directos de la compra total por parte del Grupo Volkswagen, incluyendo la apertura de su nueva fábrica de Martorell, ubicada en las afueras de la hermosa ciudad de Barcelona.
Fue la época del Ibiza II y del nuevo Córdoba, dos modelos que causaron furor en el país por su diseño juvenil y su deportividad, asociados a un precio más que razonable.
Pero como suele ocurrir cuando las cosas no terminan funcionando, ya sea por su alto precio, nula renovación de gama y alto temor empresarial, la historia no tuvo un final feliz, y en 1999 Seat abandonó Chile, dejando a miles de chilenos huérfanos de la deportividad que imprimía la marca.
Pero los ciclos comerciales tienen sus vueltas, y ahora estamos ad portas del regreso oficial de Seat a Chile, una noticia que se viene dando desde hace al menos dos años y medio, cuando en el Salón del Automóvil de 2008 Maco alineó autos de la firma española junto a sus marcas oficiales.
Claro, luego vino la crisis económica y el euro se disparó, obligando a retrasar hasta ahora el esperado retorno de la marca, que se verificará inexorablemente, salvo imprevistos mayores, en diciembre de 2011.
"Llevábamos tiempo conversando con la gente de Seat para traer la marca a Chile, donde dejó un muy buen recuerdo, y por fin nos dieron luz verde al proyecto", dice Roberto Alvarez, gerente general de Volkswagen, durante la visita realizada a Martorell, donde pudimos probar la gama completa de autos que vendrá a Chile.
La idea del ejecutivo es aprovechar las características históricas de la marca, diseño y deportividad, para posicionar a Seat como una firma juvenil y aspiracional. De hecho, las características que se resaltarán en la comunicación serán su origen europeo, diseño apasionante y alta performance.
Pero claro, la comunicación tiene que ir de la mano con productos acordes, y es en ese aspecto donde Alvarez quiere separar a Seat de otras marcas similares en cuanto a modelos y precios, como Mazda, Peugeot, Citroën y Subaru, y especialmente de sus hermanas Volkswagen y Skoda.
La gama estará enfocada precisamente para diferenciarse en dinamismo y deportividad, y es por eso que el enfoque comercial estará puesto exclusivamente en el Ibiza y el León, dos modelos muy llamativos en cuanto a diseño y dinamismo.
El Ibiza de cuarta generación llegará a Chile con tres motores y en dos carrocerías. De entrada habrá un cinco puertas con el nuevo motor 1.2 TSI de 105 caballos y caja mecánica. Si bien no está claro su precio, estaría en torno a los nueve millones de pesos.
Sobre él se ubicarán el Ibiza FR y el Ibiza Cupra, ambos en versión sportcoupé (SC), y con el excepcional motor 1.4 TSI. El primero tiene 150 Hp y el segundo 180. Este último incorporará el atractivo kit Bocanegra, que incluye una máscara, focos y retrovisores negros, techo de vidrio y luneta opacas, llantas aro 17, butacas con costuras rojas y la denominación Bocanegra impreso en el interior.
El León también tendrá tres versiones. Las dos primeras serán FR, diferenciadas por el motor, y la última será la totalmente nueva Cupra R, que además de una estética muy agresiva, utiliza el motor 2.0 TSI de 265 caballos del Volkswagen Scirocco R.
La versiones FR usarán los bloques 1.4 TSI de 150 Hp con caja mecánica, y 2.0 TSI de 210 Hp (el del Golf GTI) con caja DSG. No hay precios definidos, pero el León partiría del orden de los 12 millones de pesos.
Junto con ellos, Alvarez estudia importar el monovolumen Altea, en la versión campera Freetrack, que incorpora una estética outdoor y mayor altura libre desde el suelo. Por ahora llegaría con tracción simple y motor 2.0 turbodiésel de 170 Hp, pero si va bien en ventas, no se descarta agregar una versión con tracción total.
Para la comercialización de Seat, Roberto Alvarez quiere tener una casa matriz bajo la firma Autohaus, de propiedad de Maco, y abrir una red con showroom exclusivos, pero compartiendo la posventa con el resto de las marcas. Los objetivos de venta no son muy altos: 500 autos por año.