El salón del Centro de Estudios Públicos estaba repleto. El título del seminario "Rentabilidad de la Educación Superior en Chile", presentado esta semana por el jefe del área de políticas sociales del CEP, Sergio Urzúa, convocó a una numerosa audiencia. Los panelistas Luis Larraín, director de LyD; Patricio Meller, de la U. de Chile, y Ricardo Paredes, de la UC, ayudaron a la convocatoria que incluso obligó al presidente de la Fech, Gabriel Boric, a sentarse en las escaleras.

El punto central planteado por el economista fue que pese a que seguir estudios superiores sigue siendo rentable, en promedio, el 39% de los titulados de la educación superior obtiene retornos negativos una vez incorporados al mundo laboral.

Así, mientras, en promedio, un universitario recibe $ 891 mil y un egresado de la enseñanza media $ 312 mil, el panorama es muy distinto al analizar la varianza de los sueldos entre los titulados de la educación superior. Según los cálculos de Urzúa, para dos de cada cinco titulados la alternativa de ponerse a trabajar apenas egresado del colegio podría haber significado sueldos más altos, a lo largo de toda la vida laboral, que el haber invertido tiempo y dinero en la educación superior.

Para llegar a la cifra, Urzúa analizó los datos de todos los titulados de la educación superior en 2008 y los comparó con las personas que el año anterior rindieron la PSU, tenían puntaje que los hacía elegibles para estudiar, pero decidieron no hacerlo y se pusieron a trabajar. Luego, calculó el costo final de las carreras, según la duración real de éstas. El valor final lo comparó con los sueldos de los titulados al cuarto año de egreso, según los datos del Mineduc, y la proyección de salarios que debieran tener hasta los 65 años de edad.

Así, mientras, en promedio, la rentabilidad de cursar una carrera es positiva, hay diferencias caso a caso y ellas están dadas según qué y dónde se haya estudiado.

Por ejemplo, en promedio, un egresado de Sicología invirtió $ 16 millones durante los 6,5 años que dura en la realidad la carrera. Recién a partir del séptimo año comenzará a recibir un sueldo y a los 10 años éste será de $ 580 mil en promedio. Descontada la inversión en aranceles (y sin considerar los intereses del crédito universitario) y, según el reajuste de su sueldo proyectado, el profesional acumulará, a lo largo, de su vida, $ 54 millones. En cambio, si se puso a trabajar recién egresado del colegio y no invirtió en su formación, recibirá, en total, $ 69 millones.

Una situación que, en todo caso, no afecta a todos los egresados de Sicología, sino al 42%, según los datos de Urzúa. Se trata de aquellos egresados de universidades con baja rentabilidad.

Sus cálculos indican que el 42% de los titulados de universidades privadas e institutos tendrían menos retorno que un egresado de enseñanza media. El caso de los titulados de centros de formación técnica es similar. La cifra baja a 35% entre los titulados de universidades tradicionales.

En todo caso, hay carreras con un panorama más auspicioso: en Derecho e Ingeniería Comercial todos los titulados, independiente del plantel, obtienen rentabilidad positiva.

Debate

"Uno, dos o tres años de universidad hacen diferencia, el problema es que Chile es un país que considera las credenciales", sostiene Patricio Meller. Sus investigaciones señalan que la rentabilidad promedio de todas las carreras universitarias no importa la institución, es de 16% y siendo más conveniente que quedarse sólo con la enseñanza media.

Aunque coincide con Urzúa en que hay diferencias entre planteles y programas. En Periodismo y Diseño, la rentabilidad de instituciones de baja calidad apenas supera la tasa de interés que cobran los bancos para los créditos: 9,9% y 6,5%, respectivamente.