Sigrid Alegría cuenta que sus planes, ahora, son dedicarse "al personaje de mamá". En julio del próximo año se integrará a una nueva teleserie de TVN, pero mientras tanto se concentrará en cuidar a su hijo Luciano, que nació el 4 de agosto pasado -a los seis meses de gestación- y que desde ese día ha estado internado en la clínica. "Ya pasamos lo más complicado, ahora tan sólo estamos enfocados en la madurez. Son tan poquitas cositas que le podrían faltar que espero tenerlo muy pronto aquí conmigo", comenta, detallando que el niño ya alcanzó el peso necesario para ser dado de alta y que sólo faltan algunos detalles para llevárselo a su casa.

Su último proyecto televisivo antes de irse con prenatal fue El laberinto de Alicia, la teleserie nocturna que terminó anoche, empalmando con el debut de Su nombre es Joaquín, la nueva producción del canal (ver crítica). La apuesta se convirtió en la cuarta teleserie nocturna consecutiva liderada por la actriz que triunfa en su horario. "Parece egocéntrico, pero honestamente recibo tanto cariño de la gente en la calle. Y es cada vez más. El entusiasmo con el que me saludan también es más. La confianza con la que se me acerca la gente a saludar es cada vez más grande. Sí, tenemos mucha cercanía entre mi personaje y el público", comenta sobre su vínculo con la audiencia, aunque, asegura, llevar el peso de la teleserie sobre sus hombros es una presión adicional. "Es una presión, porque la parte más difícil de cualquier trabajo es mantenerlo. Me han dado la confianza en el área dramática para tener responsabilidades tan grandes y por supuesto que me gustaría mantenerlo lo más posible".

La historia sobre un pedófilo que acechaba a los niños de un colegio del sector oriente terminó con un final impactante: Esteban (Marcelo Alonso) murió desangrado luego de que su hermana (Amparo Noguera) lo amarrara a una cama y lo castrara, en venganza por haber abusado de su hija. El resto de los personajes, eso sí, tuvo un final feliz, reunidos en el colegio.

Desde su estreno hasta el martes 4, la telenovela promedió 19,6 puntos de rating según Time Ibope, y se convirtió en la sexta nocturna más vista desde que comenzaron a emitirse (ver infografía). Anoche, en tanto, el último capítulo de El laberinto de Alicia tuvo alto rating: entre las 22.31 y las 22.59 horas, la historia consiguió un rating promedio on line de 29,3 puntos, según cifras entregadas por el canal público, con un peak de 32 unidades en sus últimas escenas. La doña (CHV) marcó 17,8 en ese horario.

"Mi personaje logra su objetivo en el fondo. Por lo tanto, tiene un final feliz, a pesar de todo el sufrimiento", resume Alegría sobre el último episodio, pero también vierte críticas. "Lo que a mí me pasó es que me quedó la sensación de que Esteban era el único abusador infantil del mundo, que se ganó esa pelea. No quedó el mensaje de que 'ojo, de estos hay muchos más de los que usted cree'. Ese aviso, esa señal de alerta, a mí me faltó en el final", comenta la actriz. Y remata: "En el tema de la enseñanza que tiene la teleserie entera, me pareció que no estaba esta invitación a la alerta en nuestro final".

Durante las grabaciones, Alegría reconoce que no pudo evitar estar más atenta al tema, con mayor precaución de lo normal. "Imposible desentenderse, porque cada información que recibíamos nueva, la poníamos, en supuesto, hacia tus hijos. A todos nos pasó", comenta.

A la hora de explicar por qué los resultados de sintonía no fueron tan altos como las producciones previas, Alegría teoriza que el tema les podría haber pasado la cuenta. "Es demasiado provocativo. Escuché mucho el 'yo no la veo, porque me da nervio'. Es algo tan íntimo, tan escondido", opina, agregando que "me parece súper razonable, comprensible que dé tanto miedo. Por otro lado, también tengo sentimientos encontrados, porque da mucho gusto trabajar en una teleserie así. Es muy difícil que se repita algo así".