En la primera entrevista de corte personal que concede tras estallar el escándalo por las fiestas con jóvenes mujeres que aseguran haber cobrado por asistir a sus mansiones, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue enfático en negar tales acusaciones. "Nunca he pagado por una mujer. Nunca he entendido qué satisfacción puede existir si no existe el placer de la conquista", afirmó Il Cavaliere en una entrevista al semanario italiano Chi. Berlusconi salió así al paso de la polémica surgida tras las declaraciones de la joven Patrizia D'Addario, quien asegura que cobró 1.000 euros por asistir a una de sus celebraciones y que ha presentado a la justicia italiana grabaciones sobre los eventos. El premier dijo que si hubiera sospechado que en su entorno se encontraban prostitutas de lujo, se habría quedado a mil millas de distancia. En tanto, un grupo de académicas italianas llamó a las primeras damas que boicoteen la cumbre del G-8 organizada por Berlusconi en Italia en julio, en repudio a la actitud "sexista" y "ofensiva" del premier con las mujeres.