Señor director:

En relación al reportaje recientemente publicado en La Tercera sobre los 53 sitios prioritarios de conservación y el 10% de los ecosistemas a proteger, quisiera precisar algunos aspectos.

En Chile, las áreas protegidas se han designado basándose en las factibilidades económicas, de propiedad y políticas, dejando atrás el objetivo principal de protección: conservar la biodiversidad. En el artículo se menciona la necesidad de contar con áreas protegidas privadas, pues el Estado carece de terrenos suficientes. Sin embargo, el principal problema es hablar de "sitios", lo que entrega una falsa impresión de que podremos conservar la biodiversidad en islas rodeadas de las actividades humanas.

Los parques nacionales en Chile se han creado pensando en su uso sustentable. Además, las especies animales son móviles y estos parques y muchos de los sitios prioritarios no poseen el espacio necesario para conservar poblaciones viables en el largo plazo, por ejemplo, los peces de agua dulce, zorros y felinos. Por otra parte, animales domésticos, como perros, gatos, bovinos y otros, ingresan a estos parques y reservas, depredando y transmitiendo enfermedades.

La solución, por lo tanto, es trabajar en una red de áreas interconectadas por corredores, en la que los terrenos intermedios abiertos a las actividades humanas deben ser controlados de manera que estas actividades sean sustentables y en armonía con la biodiversidad.

Gonzalo Medina Vogel

Dir. Doctorado en Medicina de la Conservación, Unab