"Me caí y él también se cayó, pero en ningún momento él chocó conmigo o yo choqué con él. Ni siquiera me di cuenta que él había caído. Me caí, traté de levantar mi moto e irme, pero me di cuenta que la moto estaba muy dañada y me senté a esperar a Mauricio, pero nunca llegaba. Como a los 10 minutos me preguntaron si la persona que estaba en la entrada de la (Autopista) Costanera Norte venía conmigo. Fue ahí que me enteré que él también se había caído".

Así relató ayer Giordano Pacheco (29) los últimos minutos que compartió junto a su amigo motorista Mauricio Farías (30). Ambos manejaban de madrugada desde el sector oriente de la capital hacia sus casas, luego de compartir, al igual que todos los jueves, con sus amigos aficionados de las motos. Cerca de las 3.30, ingresaron a la Avenida Kennedy por la Rotonda Pérez Zujovic. Mientras iban hacia el poniente, a la altura del Puente Lo Saldes, los dos perdieron el control de sus motocicletas en la curva y volcaron. Farías se arrastró junto a su moto y su cuerpo paró de rodar a 50 metros de distancia. Se estrelló con una barrera de contención y falleció.

"Nos encontramos con la curva. Yo bloqueé la llanta y me caí, ni siquiera me di cuenta que (Farías) estaba caído, porque pensé que él se había metido al túnel. Me caí y salí disparado hacia Los Conquistadores, entonces me quedé esperando a que regresara", contó Pacheco. El joven agregó que, pese a que los antecedentes policiales indican que los jóvenes iban a exceso de velocidad y que, al parecer, disputaban una carrera, "en ningún momento veníamos compitiendo, somos amigos", dijo.

La curva del Puente Lo Saldes, que empalma la Avenida Kennedy con la Costanera Norte, tiene una máxima de 60 km/h. En ese lugar, en septiembre de 2006, tres universitarios murieron en un accidente (ver recuadro).

Mauricio y Giordano se conocieron a través de su pasión por las motocicletas de competición, hace seis meses. Los domingos salían regularmente, "a pasear a la playa o a cumpleaños", dijo Pacheco.

Farías, conocido como "el pelao motociclista", hace 15 años que manejaba motos. Es por esto que el accidente sorprendió a familiares y cercanos. Su amigo Felipe Moya dijo que "contaba con una gran experticia" y que "no tomaba ni fumaba". No obstante, según Carabineros, la víctima tenía hálito alcohólico.

Farías pertenecía a una familia amante de las motocicletas. Pololeaba hace cuatro años, tenía planes de casarse el próximo año.