La última vez que se visitó Mercurio fue en la década de los 70, cuando la sonda Mariner 10 sobrevoló la zona para obtener imágenes sobre el planeta más cercano al sol.

Pero ahora, un robótico visitante llamado Messenger ha estado recabando datos para generar el más completo estudio sobre el planeta más pequeño e incomprendido del sistema solar. Desde marzo del año pasado, la sonda espacial ha recopilado más de 100 mil imágenes y mediciones que permitieron a científicos de la Nasa -junto con el Instituto Carnegie para la Ciencia- publicar dos estudios en la última edición de la revista Science, donde uno de los descubrimientos más asombrosos sería el hallazgo de posible agua en estado sólido en cráteres del planeta.

Brillo delator

Gracias a las ondas de radio tomadas por telescopios en los 90 se había detectado la presencia de extraños reflejos en la superficie de Mercurio. Pero no se había podido ver en qué lugar estaban ni de qué se trataba.

Ahora, y gracias a las últimas imágenes del planeta entregadas por Messenger, los investigadores pudieron sobreponer los datos antiguos con las imágenes nuevas para conocer con exactitud la forma de los parches brillantes.

El resultado fue que los parches calzaban justo con la forma de los cráteres que se descubrieron y que además se ubicaban en zonas llamadas "sombras permanentes", que por la rotación del planeta y la dirección de su eje, son lugares donde el sol nunca brilla a pesar de la cercanía con el planeta.

Eso explica que los expertos creen que puede tratarse de hielo, ya que en el resto de Mercurio la temperatura supera los 400 °C por su proximidad al sol y, por ende, sería imposible la existencia de agua.

Sin embargo, faltan pruebas para confirmar que se trata de agua congelada, ya que también podría deberse a otras sustancias, como sulfuros. Los expertos dicen que si es agua, ésta debiera estar cubierta por alguna capa aislante que permita que la forma del hielo se mantenga estable.

Otros descubrimientos hechos por la misión tienen que ver con la forma del núcleo del planeta, el que es mucho más grande de lo esperado. El núcleo de Mercurio constituye el 85% de su radio, mientras que el de la Tierra, por ejemplo, supera apenas el 50%.

También se confirmó que las elevaciones encontradas en el planeta son mucho menores a las que tiene Marte, la Tierra o la Luna, lo que explica que se deben formar por factores externos y no internos.