Documentos recién desclasificados por Rusia, coincidiendo con el 70° aniversario de la invasión alemana de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, revelan que Josef Stalin recibió decenas de informes de sus servicios secretos en los que advertían que Alemania estaba a punto de violar el pacto de no agresión firmado por Von Ribbentrop y Molotov el 23 de agosto de 1939 y lanzar un ataque contra la URSS en lo que sería conocida como la "Operación Barbarroja". Sin embargo, el líder soviético decidió ignorar las advertencias.
El 22 de junio de 1941, tres millones de soldados con 70.000 cañones y apoyados por 2.700 bombarderos de la Luftwaffe iniciaron la invasión de la URSS, desencadenando lo que Moscú llamó como la Gran Guerra Patria. Hasta ahora la versión aceptada era que se había tratado de un ataque sorpresa, pero los informes del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) son claros en los preparativos del Tercer Reich desde 1938 y que meses antes del inicio de la invasión ya había pedido que el Ejército Rojo fuese puesto en estado de alerta.
"Stalin desconfiaba enormemente de todos los que le rodeaban y eso lo llevaba a poner en cuarentena todas las informaciones que recibía. Consideraba que querían envenenarlo y sabía que el peor veneno que se puede inocular a un jefe de gobierno es información falsa, por lo que tendía a no creer ninguno de los informes que le hacían llegar sus propios equipos", relata Lev Sotskov, ex agente secreto y general en retiro del SVR, citado por el diario español El Mundo.
Stalin sólo puso en alerta máxima al Ejército en la víspera de la invasión y debido a las presiones del mando militar soviético y del jefe del Estado Mayor, Konstantin Zhukov. Pero ya era demasiado tarde.
Más de 25 millones de personas murieron a consecuencia del enfrentamiento, un conflicto armado que sólo terminó el 3 de mayo de 1945 con la caída de la ciudad de Berlín.