Tras varios intentos y más de un año de trabajo, estudiantes del Instituto Don Bosco, de Punta Arenas, ven los resultados de su esfuerzo: obtuvieron el diploma a la excelencia en la XVI versión de Stockholm Junior Water Prize, en Suecia.
Alonso Alvarez y Daniel Barrientos viajaron a Suecia junto a su profesor, Javier Garay, para presentar la investigación "El salmón de Chile: un alimento sustentable para tu automóvil. Reduciendo la contaminación de las aguas marinas a partir del aprovechamiento de residuos de la industria acuícola".
En el concurso sólo se premia al primer lugar, que esta vez ganó Singapur, pero el jurado hizo una excepción por la calidad del proyecto.
La idea nació en el módulo Mantenimiento de motores diésel, del profesor Garay. El primer intento fue crear combustible gaseoso en base a mariscos contaminados con marea roja, pero obtuvieron un colegio fétido y ningún vestigio de combustible.
Así, decidieron que si querían sacar algún recurso de la región debían investigar. Fue así como "nos dimos cuenta que este año se venían muy fuerte las concesiones salmoneras, donde pidieron 2.000 permisos y se aceptaron 600", dijo Daniel, quien agregó que al seguir estudiando notaron que una parte de los desechos contaminaban el fondo marino, por eso "decidimos tomar estos desechos y convertirlos en energías renovables".
La primera etapa la desarrollaron con un pescado que les regaló el hijo de un pescador, quien también es alumno del curso. Luego, los apoyó la empresa Pescanova, que les regaló aceite de pescado, la Universidad de Magallanes y Methanex.
Con ese respaldo y mucho de autodidactas, lograron crear biocombustible, comprobar su tesis e ir a Europa.
La premiación se realizó el 29 de agosto, y el diploma lo recibieron de la princesa Victoria, de Suecia, quien les dijo "Felicitaciones, sigan así".
A su llegada a Chile, fueron recibidos por la subsecretaria de Obras Públicas, Loreto Silva, y por la Embajada de Suecia.