"La informática se transformó en un vicio (...), comienzo a consumir pornografía adulta y a partir de estas descargas descubro el material". Sebastián Middleton (32) admitió así haber almacenado más de 17 mil fotos de pornografía infantil. El ingeniero comercial hizo esta confesión durante el juicio oral que enfrenta junto a otro imputado, Patrick Harseim (37), acusado de almacenar dos películas pornográficas de menores. Para ellos, la fiscalía está pidiendo 541 días de cárcel. Ambos fueron detenidos en la operación internacional "Angel de la guarda", efectuada en 2008 por Investigaciones para frenar la tenencia y distribución de pornografía infanti.
La fiscal Eva Curia sostuvo ayer que el delito cometido por ambos causa daño a los niños expuestos en esas imágenes.
En un crudo relato, el ingeniero dijo que 2007, cuando bajaba material, "fue un período oscuro. Estaba en una especie de túnel". "Jamás pensé que estaba causando daño o cometiendo un delito. El material lo veía escondido en mis cuatro paredes", aseveró, agregando que "iba perdiendo el impacto. Se produce un acostumbramiento". Contó que pasaba días enteros en el computador, que perdió amistades y que llegó a pesar 100 kilos. "Yo no sabía que esto era penado", explicó.
Aunque está confeso de tenencia de pornografía, su abogado, Juan Pablo Astudillo, pide su absolución. Afirmó que mientras no haya distribución o comercialización del material, no hay delito. "Este tema entra en la esfera de la vida privada", dijo. A su turno, el otro acusado señaló que si bien era consumidor de pornografía, no se dio cuenta de que había bajado material con menores.