"Papá, hubo un tsunami gigante, destruyó todo, no sé cómo sobrevivimos. Estoy bien". Este fue el mensaje de texto que envió Sebastián Cevallos Zandonai (29) a su padre, y que puso fin a la angustia de la familia de este surfista que se encontraba en la isla Mentawais, epicentro del terremoto de 7,7 grados Richter que sacudió Indonesia, la noche del lunes pasado.
El movimiento telúrico sorprendió al "Macha" cuando revisaba los videos de un campeonato de surf que grabó durante el día, organizado en el hoy destruido Macaronis Resort. La empresa lo había contactado en Sudáfrica para esta labor, país donde lo vieron registrando cada paso de la "Roja" de Marcelo Bielsa.
Eran las 21.42 horas local (11.42 de Chile) cuando comenzó el ruido subterráneo y a moverse todo. Terminado el sismo, gritó a quienes estaban a su lado que buscaran una superficie en altura. "Dos minutos después, escuchamos un ruido fuerte, como el de un tren fuera de control. Todos corrimos a la parte superior del inmueble", recordó Sebastián a AP.
Hubo quienes desoyeron su mensaje desesperado y volvieron a sus cabañas: más tarde los encontraron vivos, pero aferrados a las palmeras de este paraíso que, en cuestión de horas, se transformó en un infierno.
"Una ola sacudió muy duro la torre, hasta los cimientos, parecía que iba a derrumbarse (...). Había ruido y caos. Podía escucharse la llegada imparable del agua".
Una, dos, hasta tres olas contó este serenense, que compone música y toca guitarra y batería. "Antes de que la segunda (ola) golpeara el inmueble, todos gritaban, pero cuando sacudió el lugar, sólo se escuchaban los rezos de la gente".
Oscar Cevallos pudo hablar con su hijo el martes. "Llegaron al tercer piso 16 personas, casi todos australianos, ellos no saben mucho de terremotos, y ahí sintieron la primera ola, la segunda ola, la tercera ola. Me dice, 'papá, yo estaba arriba y sentía que esta cuestión se venía abajo, yo creí que una ola más y se caía todo. Pero nos salvamos, el mar llegó hasta el segundo nivel'".
Cuando asomó el sol, se pudo apreciar la magnitud del desastre que, según los últimos reportes oficiales, ha dejado 408 muertos, 412 heridos y unos 13 mil refugiados, además de 303 desaparecidos.
"Mensaje minero"
Las 13 palabras del SMS llegaron al celular de Oscar a las 12.21 del martes, cuando viajaba a la V Región por razones laborales.
"Yo voy manejando y me entra el mensaje, tipo minero, le decía a mi señora. Y en ese momento llegó la tranquilidad". Tras enterarse del terremoto y tsunami, el padre de "Seba" confesó que le dijo a su esposa que "la moneda tenía dos caras: saber noticias de nuestro hijo que estaba en el epicentro, o si no viajar para saber qué había pasado. Probablemente, hoy día lo que le estoy contando podría haber sido una tragedia y yo estar dentro de todas las personas que están buscando a sus familiares desesperados y tal vez reconociendo cuerpos", dijo a La Tercera.
Martín (24) es el único hermano de este aventurero. Tiene 24 años y también ama el surf. El miércoles habló con él. "Ya lo llevaron de la isla en barco a Padang, que es el puerto donde abordas el barco para ir a la isla (Mentawai). Viajaron 12 horas, está a salvo". Y añade: "La isla Mentawai donde estaba mi hermano es el sueño de cualquier surfista, por las olas, el lugar, lo paradisíaco. Es el lugar donde los surfistas añoran ir".
Esta es la segunda vez que Sebastián visita Indonesia con su tabla, para conquistar las olas que tanto ama y que casi le quitan la vida.
Hoy, está a la espera de su viaje a Australia, su próximo destino, país al que arribaría el 9 de noviembre.