Taylor Lautner aterrizó en Río de Janeiro de manga larga. Llegó acompañado de un amigo, un séquito de asistentes y un grupo de enormes guardaespaldas de cabeza rapada y brazos tatuados. El actor viajó hasta Brasil para promocionar la última película de la saga Crepúsculo, Amanecer parte 2, el adiós a un papel que ha estado interpretando hace casi cinco años.

Su primera vez en la ciudad, según él, le sirvió para desquitarse de los celos que sintió cuando, en la primera entrega de Amanecer, sus compañeros de reparto rodaron su luna de miel en la ciudad. "Cuando me enteré de que todos se iban a Río y yo me quedaba en Vancouver, pensé que me estaban tomando el pelo. Yo quería estar ahí", cuenta divertido a La Tercera -en una entrevista a la que accedió por invitación de la distribuidora BF-.

Lautner mantiene la sonrisa durante todo el maratón de entrevistas y encuentros con sus fans y, bien entrenado, dedica las palabras justas a cada una de sus respuestas. Algunas de brazos cruzados. Las preguntas personales se prohibieron expresamente, una medida prudente tras el episodio de infidelidad que protagonizaron sus compañeros de reparto, Kristen Stewart y Robert Pattinson hace un par de meses.

Han sido cinco años como protagonista en un mundo de vampiros y hombres lobo, que ha sido referente de millones de adolescentes el mundo. Tiempo suficiente para encariñarse con el personaje de Jacob hasta el punto de echarle de menos, y no descartar interpretarlo de nuevo. "Son muchas emociones, muchas de ellas giran en torno al alivio, pero sobre todo a la tristeza", asegura.

La segunda parte de Amanecer, que se estrena el jueves 15 en salas locales, llega con más acción y una Bella (Stewart), recién convertida en vampiro, mucho más agresiva, pero también con un Jacob más relajado.

"Es bueno ver a mi personaje por primera vez feliz, sonriendo y haciendo chistes", cuenta Lautner y bromea con el hecho de haber rodado pocas escenas de gran esfuerzo físico. "No he tenido mucha acción en las últimas dos películas, porque cuando llega ese momento, Jacob se transforma y es el lobo el que lucha por mí", dice sonriendo.

El previsible punto final -la autora Stephenie Meyer acaba de abrir la puerta a más aventuras de Crepúsculo, asegurando que podría escribir más libros- cuenta con una nueva protagonista: Renesmee (Mackenzie Foy).

La hija de Bella y Edward (Pattinson), con poderes especiales, pasará a ser la protegida de Jacob y el objetivo número uno del clan de los Voltaire. La escena del chispazo del vínculo definitivo entre el hombre lobo y la niña fue, para Lautner, el mejor momento del rodaje. "Al comienzo de la película cuando Bella se da cuenta de que tengo un lazo con su hija, se desespera y me lleva a un lado para demostrarme quién es el jefe. Me llevé una paliza. Fue divertido ver a Kristen así", cuenta entre risas. "Es una escena muy graciosa y muy difícil, porque tiene mucha acción física".

Fuera del hotel de lujo donde se hospeda, frente a la famosa playa de Ipanema, le esperan más de un centenar de adolescentes agitando banderas de Brasil y cámaras fotográficas. Parte de aquella multitud enloquecida invadió su hotel el día anterior y Lautner admite que mentiría si dijese que no sintió miedo.

"Es algo bonito, increíble. Digamos que las fans de todo el mundo sienten la misma pasión, sólo que la expresan de manera diferente. En Tokio, por ejemplo, son más reservadas", explica. "Y en Latinoamérica la pasión es más física y agresiva. Es alucinante, porque lo puedes sentir".

Durante el rodaje, Stephenie Meyer acompañó por primera vez la grabación. De ella, Lautner dice que es un "genio" y que disfrutó mucho preguntando cada una de las dudas que tenía sobre su personaje. "Conozco mucho a Jacob, pero si hay alguien que sabe más de él es ella". La escritora lloró y rió durante la filmación. "Debe ser increíble ver en escena lo que has tenido tanto tiempo en mente", opina Lautner, que elogia también el "fantástico trabajo" del director de las dos últimas películas, Bill Condon.

El actor aclara que, salvo algunos detalles a lo largo del film, el desenlace respeta la trama de Meyer y no defraudará a los fans. "Les va a gustar mucho", asegura.

Si la taquilla responde las expectativas de la productora, el filme batirá récords de facturación. En Chile, hasta ahora, la segunda parte, Eclipse, lidera la venta de entradas con más de 591.000 espectadores y 1,5 millón de dólares.

El discurso del joven de 20 años no se aleja ni por descuido del papel que debe a sus fans, aun apartado de los focos. Consciente de quién es su público y de su influencia en él, da algunas respuestas difíciles de encajar en la vida de un niño-actor de Hollywood que, por fin, es adulto. Así, frente a la pregunta de "¿Y la caipiriña, te gusta?" hay un silencio en el que, tras descartar lo que habría sido una respuesta espontánea, lanza un políticamente correcto, "soy muy joven para eso".

Ahora que de, algún modo, este hombre lobo se queda huérfano, llega el momento de buscar una nueva manada. Más veterana de ser posible. "Me gustaría trabajar con actores con más experiencia para aprender más de ellos", reconoce. Y asume que pretende desprenderse de la imagen de sex-symbol que han tejido, sobre todo, las fans adolescentes de la saga. "Mis actores favoritos son Tom Cruise, Denzel Washington o Matt Damon. Ellos han hecho de todo, papeles muy diferentes, ese es mi objetivo". Aun es pronto para saber la línea que seguirá la carrera de Lautner, y él tampoco parece tenerlo claro.