La clave en toda lista de canciones favoritas, escribe el columnista Jared Keller de The Atlantic, no es una impresionante galería de bandas o cantantes o un menú cuidadosamente balanceado de estilos. "Las grandes listas son inherentemente emocionales, las bandas sonoras de nuestras vidas. Ellas pueden activar nuestros corazones, crear momentos zen muy necesarios y convertir nuestros momentos más oscuros en el mejor día de nuestras vidas", señala Keller.

Precisamente, agrega, ese es el concepto de Stereomood.com, un nuevo sitio dedicado a la recomendación y descubrimiento de música. Su mayor atractivo está en que, a diferencia de sitios similares, que aconsejan escuchar una canción basándose en la relevancia que les dan los mismos usuarios mediante sistemas básicos tipo "me gusta/no me gusta", aquí la idea es que los cibernautas le asignen un "estado de ánimo" a cada tema. Así, la tecnología del portal genera listas de reproducción que giran en torno a cómo se sienten los usuarios, variando desde estados más básicos, como "calmado" y "melancólico", a opciones más complejas como "buen karma", "estudiando" o "perdido en mis pensamientos".

El perfil de este portal se enmarca en una serie de proyectos que apuntan hacia un mismo fin: utilizar los estados de ánimo y los sentimientos humanos para lograr que los servicios que se ofrecen en internet sean más eficientes y amables.

Tal como escribe en el sitio web Giovanni Ferron, diseñador web y uno de los principales gestores de Stereomood.com, detrás de cada canción "siempre hay una emoción. No sabemos por qué, pero tal vez esa es la razón por la que amamos la música. Así que creamos una forma de seguir nuestros sentimientos: Stereomood es la radio de internet emocional, ofreciendo la música que mejor encaje con nuestros estados de ánimo y actividades. ¿Cómo me siento? ¿Qué estoy haciendo ahora?".

Las ideas se multiplican

Durante la reciente conferencia tecnológica SXSW, que se realiza cada año en Estados Unidos, Nikhil Daftary -creador de Moodfish.com, un sitio especializado en recomendar panoramas según el estado de ánimo del usuario- explicó la necesidad de contar con este tipo de tecnologías: "¿Alguna vez se han preguntado por qué Google no es muy útil a la hora de hallar algo divertido para hacer en la noche? Los motores de búsqueda se han vuelto muy eficientes para encontrar información, pero no han sido igualmente prácticos en ayudarnos a utilizar esos datos. Es ahí donde entra en juego la búsqueda según estados de ánimo; al enfocarnos en buscar según la forma natural en que pensamos, hablamos y sentimos, podemos empezar a descubrir información que es relevante para nosotros, tanto en términos lógicos como emocionales".

Esa, precisamente, es la filosofía de Moodfish.com, sitio que opera con siete estados de ánimo definidos por los expertos a cargo del sitio: alegre, melancólico, sensual, extravagante, energético, apacible e intenso. Cada categoría abarca películas, conciertos, obras de teatro, eventos deportivos y otras actividades para los usuarios. Si bien las recomendaciones de lugares para ir a cenar por ahora funcionan sólo para EE.UU., sí ofrece recomendaciones como la película Black Swan. Esta viene acompañada por un "mix de emociones", un gráfico que le asigna porcentajes a cada estado de ánimo que abarca (en este caso, la cinta tiene 30% de energética y 20% de sensual).

En el futuro, Moodfish promete darles a los usuarios más control y opciones para manejar sus "estados de ánimo". Dentro de esta misma tendencia se enmarca Jinni.com, descrito por sus creadores como un "motor de gustos", dedicado en este caso al cine. Mediante el uso de tecnología semántica propietaria, el portal toma en cuenta factores como trama, estado de ánimo, estilo y otros factores para recomendar una cierta película según el estado de ánimo que refleja.

El proyecto va mucho más allá, ya que se nutre del llamado "Proyecto genoma del cine", elaborado con el fin de trazar mapas detallados de cada filme y serie de TV. El genoma consiste en dos partes básicas: la experiencia -el estado de ánimo y el tono del contenido de cada filme- y la historia, que aluda a elementos de la trama como "ejército de un solo hombre", "batallas de los sexos", estructuras lineales o no lineales, factores como violencia o premios recibidos. Este genoma es elaborado inicialmente por un equipo de profesionales del cine, los cuales asignan términos clave a cada película: cada cinta tiene unos 50 "genes", de entre miles de posibilidades. Luego, un software se encarga de catalogar cada obra de forma consistente.

Al inscribirse en el sitio, el usuario puede ir calificando películas, lo que genera una "personalidad cinéfila", que se va nutriendo de cada comentario y ayuda al sistema a recomendar obras según la emoción que transmite. Por ejemplo al ingresar el término disturbing ("perturbadora" en inglés), Jinni.com aconseja cintas como Ciudad de Dios, Los siete pecados capitales y Réquiem por un sueño.

Este tipo de servicios también se ha extendido a los equipos móviles, gracias a servicios como Urbanizer (www.urbanizer.com). Creada por la empresa Exalead , la aplicación evalúa factores subjetivos, como estados de ánimo, sentimientos y factores como precios y valores, para recomendar restaurantes en ciudades canadienses como Montreal, Toronto, Vancouver y Calgary.

Por ejemplo, los usuarios pueden seleccionar un rango de ánimos predefinidos como "cena romántica" o usar el ecualizador de Urbanizer que crea una mezcla personalizada de ánimos, combinados con tipos de gastronomía, ambiente y formalidad de los restaurantes. "Al enlazar la detallada información de restaurantes del Grupo Páginas Amarillas con las avanzadas capacidades semánticas y sociales de Exalead, los consumidores pueden tomar mejores decisiones. Luego, al conectarse con Facebook Connect, se vuelve muy sencillo compartir experiencias con amigos", indicó Nicolás Gaudeau, vicepresidente de medios digitales del Grupo Páginas Amarillas, en un comunicado de prensa. En tanto, Paul Doscher, presidente de Exalead, indicó que "la introducción de Urbanizer es todo un cambio; es la primera aplicación de recomendación de restaurantes que se alinea con la parte emocional de la toma de decisión por parte de los consumidores ".

En el futuro cercano, Urbanizer irá añadiendo nuevas ciudades según los votos de los usuarios y nuevas categorías como vida nocturna, compras y eventos.

El sector musical ha sido particularmente receptivo a este tipo de iniciativas y en aprovechar los estados de ánimo para ofrecer recomendaciones a sus usuarios. Uno de ellos es Musicovery.com, un reproductor gratuito de música que despliega sus temas en base a los estados de ánimo. Basta hacer clic en las áreas marcadas con criterios como "oscuro", "calmado", "positivo" o "energético". Así, el sistema reproduce música y sin necesidad de registrarse (la versión para iPhone permite crear "radios" personalizadas según estado de ánimo, artista o géneros).

Con un efecto similar, aunque integrando más recursos como imágenes, Moodstream (http://moodstream.gettyimages.com) es un proyecto de la agencia fotográfica Getty, cuyo fin es inspirar ciertos estados de ánimo desplegando imágenes, sonidos y clips de video. Al seleccionar el estado de ánimo, el sistema lo visualiza con distintos recursos multimedia. Los controles van desde "simplificar" e "intensificar" hasta "inspirar". En tanto, las emociones varían entre "feliz/triste", "calmado/animado", "gracioso/serio", "nostálgico/contemporáneo" y "cálido/frío". Al seleccionar una de estas opciones, el programa recolecta archivos para esa emoción y las emite de forma continua a través del monitor y los parlantes del computador.

Y si se trata de estar al tanto de los sentimientos en la web, la red social Twitter ha dado origen a una serie de servicios diseñados para determinar las reacciones positivas y negativas que generan usuarios, temas o productos. Así funcionan servicios como Tweetfeel.com, Twitrratr.com y Twendz.com. Por ejemplo, al introducir el nombre del actor Charlie Sheen en el primer sitio se ven en tiempo real y con porcentajes los mensajes a favor y en contra que genera esta celebridad.